Capítulo 27

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-¡Voy!
-...
-¡Hanna!
-Hola.
-¿¡Qué haces aquí!?
-Vine a hablar contigo, pero si estás ocupado puedo irme...
-¡No! Por favor pasa.
-¿No estás ocupado?
-Bueno, tengo a una chica bastante celosa en la cama pero ahora está durmiendo.
-¡Ah! Entiendo, podemos hablar después.
-¡Ha!
-¿Qué pasa?
-La chica celosa de cuatro años no va a despertar tan fácil, me hizo correr por el parque más de 3 horas hasta que pude hacerla volver a casa.
-Es Mia.
-¿En serio pensaste que traería a una mujer a mi departamento?
-Pues es algo común en ti.
-¡Auch!... ¿Quieres algo de tomar?
-No gracias, estoy bien.
-Ponte cómoda, voy a cerrar la puerta de Mia para que no despierte.
-Está bien.
-Ahora vuelvo.

Por alguna razón los nervios se habían ido, estaba tranquila y relajada aunque no sabía que iba a pasar me sentía en un ambiente nada tenso.

-Listo.
-Te ves cansado, si quieres me voy y hablamos luego.
-Estoy bien, ya viniste hasta acá así que no te voy a dejar ir tan fácil.
-Bueno, Justin quiero pedirte disculpas por lo qué pasó en mi casa, estaba muy mal por todo lo que estaba pasando y exploté en el momento que no debía con la persona menos culpable; lo siento.
-Está bien, no te preocupes. Entiendo que te sintieras de esa manera y por supuesto que entiendo tu reacción, no tienes nada de que disculparte.
-Gracias... Hablé con Erik y me explicó todo lo que había pasado y el como llegó a tener una relación con mi hermana.
-¿Y estás bien?
-Sí, ahora que lo sé todo me siento mal al saber que mucho de eso fue culpa mía, pero al mismo tiempo me siento bien de saber que Nathalie está con alguien como Erik que la quiere y la va cuidar como ella lo merece.
-Por lo que dices las cosas están mejor.
-También hablé con Nath y todo quedó más claro, tenemos que trabajar en nuestra relación y con el tiempo sanar las heridas que causamos con los años, pero todo está mejorando.
-Me alegra escuchar eso, lo importante es que todos estén bien al final son una familia.
-Sí bueno mis hermanos son lo más importante que tengo en la vida y por supuesto a mi mamá... Y si tú quieres también puedes ser una persona importante en mi vida.
-¿Yo?
-Bueno, ya eres importante para mí, solo quiero que me digas si puedes y quieres seguir siéndolo.
-Hanna... Nada me gustaría más que ser y que seas parte importante de nuestras vidas.
-¡Ay por Dios! Sentí que se me iba a salir el corazón.
-No por favor.
-Justin no sabes lo nerviosa que estaba cuando venía de camino para tu departamento.
-Me imagino, ahora no quiero que estés más nerviosa, todo está claro y podemos seguir con nuestra relación, tus hermanos me conocen y hasta tu ex, por cierto que bien me cae Antoni.
-Él te adoró.
-¿Ah enserio?
-Sí, pero ¿Sabes? Me dijo que sabía sobre lo nuestro falso ¿Tú le dijiste algo?
-A mí también me lo dijo pero yo no le dije nada.
-No cabe duda que de mi familia es quien más me conoce.
-Y te adora.
-¿Cómo lo sabes?
-Digamos que hubo algo de amenaza si te hago llorar o sufrir solo un poco, él me va a matar.
-¿Eso te dijo?
-Sí.
-Está bien.
-¿En serio?
-Así vas a pensar dos veces en meter a otras chicas a lavar su ropa a tu departamento.
-¿Sigues con lo mismo?
-¡Es broma!

-¿Sigues con lo mismo?-¡Es broma!

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-¡PAPI!

-¿Fue Mia?
-Sí, Mary me dijo que ha estado despertando mucho por las noches... Tengo que ir pero no te vayas.
-Ok, aquí te espero.

-¡PAPI!
-¡YA VOY MI AMOR!

Ver a Justin así con Mia me hacía pensar en algo que yo veía imposible para mi futuro y era tener una familia, nunca me había puesto a pensar en una vida con hijos, siempre me veía como una gran mujer libre y sin ese tipo de responsabilidad pero ver cómo se preocupaba Justin por su hija me hizo querer sentir algo así y no solo preocuparme por mí misma sino también por alguien más. Preocuparme por alguien indefenso y enseñarle que no todo es tan malo o difícil como a veces lo pensamos. Pero si había pensado eso toda mi vida era porque después de un accidente montando a caballo un par de médicos dijeron que jamás iba a poder ser madre, así que preferí pensar que no quería hijos a pensar que no podía tenerlos.
Pasó casi media hora para que Justin volviera a la sala, yo estaba casi dormida pero no quería irme sin despedir de él.

-Lo siento, Mia ha estado teniendo pesadillas y me cuesta hacerla dormir.
-¿Mia está bien?
-Sí, la psicóloga dice que es parte de la adaptación, cuando vivía con su madre al parecer había noches en las que mi hija despertaba y estaba sola en casa, nadie que cuidara de ella.
-¿¡Cómo puede ser posible que existan mujeres que se digan ser madres y son de esa manera!?... Lo siento, sé que es la madre de tu hija pero es algo que no entiendo.
-No preocupes, tampoco yo entiendo cómo pasa eso.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro.
-¿Ya sabes quién es la madre de Mia?
-Por desgracias lo sé.
-¿Qué quieres decir con "Por desgracia"?
-En ese tiempo fue cuando más perdido estuve, me metí con personas que no debía y bueno pues una de esas personas era la madre de Mia, era una chica de mi edad, una prostituta drogadicta; fue algo de una noche y el resultado está durmiendo como un angelito en mi cama.
-Pues me alegro mucho de que esa mujer te haya traído a tu hija, Mía está mucho mejor contigo que con esa mujer.
-No sé que tan bien este conmigo, pero por lo menos aquí no habrá un ambiente tóxico como en el que tenía viviendo a mi hija.
-Los dos son muy afortunados de tenerse el uno al otro.
-Mia es una niña encantadora, es inteligente y muy amorosa.
-Es más parecida a ti de lo que tú crees.
-¿En serio?
-Sí... Bueno ya me tengo que ir.
-¿Regresas a tu casa?
-No me quedaré en casa, no creo que sea buena idea después de lo qué pasó hoy; Nathalie y Erik necesitan su espacio.
-¿Entonces en un hotel?
-No, en la casa de Noah.

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