Nos acoplamos en un rincón alejado de la puerta. Dejé que el cachorro bajase otra vez de mi hombro y se sentase de rodillas en la mesa. La decoración del local era de lo más ordinaria. Supongo que es el inconveniente de acudir a un lugar cualquiera, más aún siendo uno que se ubicaba en medio de una plazoleta. Sin embargo, elegí entrar en aquel sitio precisamente por su ubicación céntrica. Al poco rato se nos acercó un monstruo para tomarnos nota. Pedí un café para el bittie y un chocolate para mí. Al llegar las tazas, me di cuenta que el camarero había echado el café en un recipiente casi tan grande como un dedal. Di un grito ahogado de sorpresa y me acerqué a ver mejor.
—¡Oh, cielos! ¡Qué cosita tan pequeña!
El camarero, que era un monstruo con un montón de plumas en el rostro, rio un poco.
—Es una taza para bitties —explicó. Luego se marchó, moviendo su larga cola plumífera.
Fascinada todavía por la diminuta taza, tomé mi propia bebida y soplé para enfriar su cremoso contenido. Ya era el segundo del día, pero me apetecía tomar algo que endulzase mi ánimo.
—No sabía que había tantos artículos de bitties —confesé—. Y yo voy y le sirvo una taza humana esta mañana... ¡Con razón apenas ha bebido! Qué torpe soy... —Me lamenté.
El pequeño movió rápidamente sus manos, intentando quitarle importancia a mi ignorancia.
—¡Es normal que no lo supiese! Si nunca había tratado con mis semejantes, no es de extrañar...
Entonces, me fijé como aquel café emitía un aroma especial... Era mucho más intenso y embriagador. No tardé en preguntar...
—¿Tiene magia? —Me miró sin entender—. El café...
—En efecto. Es una bebida monstruosa...
Me incliné, interesada.
—¿Difiere mucho de la comida humana?
Él se encogió de hombros, removiendo el líquido de su taza.
—En sabor, textura y apariencia no, pero la comida monstruosa no se estropea ni se altera una vez elaborada. Además, como suele estar compuesta mayormente por magia, solo puede ser hecha por otros monstruos o algunos magos. Y al ser más bien energía, los monstruos no tienen la necesidad de utilizar el baño. Aparte, este tipo de alimentos son vegetarianos, dado que en el subterráneo no había carne, aunque se puede manipular la magia e intención para que simule serlo.
—Pero, ¿los monstruos podéis comer lo que preparan los humanos? ¿Y a la inversa?
—Algunos monstruos pueden tomar alimentos humanos, pero se convierte directamente en energía y magia al consumirse, aunque es un proceso que tarda en realizarse y consume más magia. No todos lo asimilan bien, dado que es más física que la comida monstruosa. Los humanos pueden comer de nuestras creaciones en porciones moderadas y tardaría años en poder hacerlo a diario. Al final, ese humano estaría más cerca de depender de su ALMA en vez de su cuerpo físico. Puede que incluso pudiera llegar a usar magia.
Fascinada por las explicaciones, me quedé un rato en silencio. Aunque de vez en cuando soltaba alguna pregunta concreta sobre el tema. Aquel bitty era muy inteligente y parecía saber muchas cosas. Al final, curiosa por la elección del pequeño, acabé por cuestionar.
—¿Y hay algún motivo especial porque haya escogido tomar café? —Él negó con la cabeza.
—Simplemente me gusta el sabor...
Inmediatamente puse cara de asco.
—¿Le gustan las cosas amargas? —Sonrió, divertido por mi expresión, mientras asentía—. Puaaaj... Yo las odio.
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Órbita. (Bittybones)
FanfictionLa cotidianidad de mi mundo solitario y silencioso es lo que conozco como vida... Nunca ha sido demasiado emocionante, pero trato de mantener mi existencia con la armonía que me procure suficiente emoción para no quebrarme demasiado pronto. Al menos...