🦴 Capítulo 54.

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Realmente mi estrategia de dejar pasar el altercado del día anterior no parecía dar un resultado acertado... Aunque aquella intensa maratón de películas de larga duración había apaciguado los ánimos y entretenido tanto a los monstruos como a mí, las tensiones entre los hermanos Swapfell no estaban en absoluto resueltas ni olvidadas. Y eso me quedó claro cuando, durante la merienda de los bitties, la cual ya me había acostumbrado a acompañar con una mera taza de bebida, la incomodidad se palpaba en el ambiente; solo mermada por la intervención de Venus, quién trataba de mantener el optimismo y la alegría aun cuando los demás nos sentíamos en tensión ante las miradas compartidas por aquel par.

Ya desde que nos habíamos despertado se notó como Saturn intentaba controlar su serenidad y ser cordial en el acercamiento para con su hermano menor pero, habiéndome tenido que ausentar en las horas de trabajo, no había podido observar con la atención requerida que el asunto abarcaba un mayor problema de lo que hubiese llegado a imaginar. Ni que decir que a todos nos asaltó la sorpresa al ver el resquemor quemando en los ojos anaranjados cada vez que este debía enfrentarse a las interacciones con su hermano. El bitty del pañuelo morado solía tenerle mucha paciencia a Neptune, pero también se destacaba por su carácter fuerte y abrasivo, por lo que no tardó en arrugar con frustración el ceño al no poder abordar la situación con delicadeza...

En cierto momento, Venus, en vista a que la situación comenzaba a degenerar, trató de distraer la atención de los presentes al apuntar que hoy se precedía un buen clima y que quizá fuera buena idea salir a pasear, a lo que un comentario tiznado en sarcasmo por parte del Cider le respondió con una hostilidad impropia de él. Aquello fue la gota que colmó el vaso, y hubiésemos sido testigos de cómo Saturn estallaba en rabia si no hubiera depositado mi taza en la mesa con demasiada fuerza, haciendo desconcertar a los diminutos esqueletos. Reclamando así su atención, pudieron apreciar la sonrisa siniestra que adornaba de forma peligrosa mi rostro, una que, exclusivamente, estaba dirigida hacia el del colmillo dorado. Este tembló en su lugar, consciente de la situación.

—Tienes razón, Venus... —empecé a decir, con tono meloso, sin dejar de observar al Cider, quién parecía querer desvanecerse. —Hoy parece que va a hacer calor... Se nota que se acerca ya el verano. Tenemos que ir a comprar algo de ropa para ti y para Pluto. —Dirigí mi mirada al pequeño de la bufanda roja, quién estaba sorprendido. Suavicé mi expresión. —Id preparándoos, por favor.

—OH... ESTÁ BIEN... —consiguió expresar Venus, aun algo sorprendido. Se levantó de su lugar y le hizo un gesto a Pluto para que lo siguiera, quién parecía mucho más confuso. —EN SEGUIDA VOLVEMOS...

Miré otra vez al Cider, quién había perdido toda aquella momentánea bravuconería. Ni siquiera me digné a fingir una falsa sonrisa, ni modular la voz para ocultar mi emoción. La frialdad se desparramó por mi timbre, al tiempo que mi angulosa mandíbula se marcaba por la fuerza con la que apretaba los dientes.

—Deberías ir con ellos, tú también vienes.

Aquello pareció helarle hasta el tuétano, pues me regaló una expresión de asombro mezclada con horror. Por un segundo hasta parecía dispuesto a contestar, pero al ver que le retaba con la mirada a que me respondiera se acobardó y asintió, nervioso, para acabar siguiendo a los dos hermanos.

Di un suspiro cuando se perdieron de la vista, tomando un último sorbo de mi taza. Mercury y Saturn se removieron, inquietos. El Omni me abordó con la delicadeza que requería la situación.

—Señorita... ¿Puedo preguntar a qué se debe esa repentina decisión?

—Necesitan ropa más fresca y nueva. Y me apetece que Venus pueda disfrutar de un buen paseo —respondí, distraídamente—. Se esfuerza mucho por todos nosotros... Merece algo de diversión. Por eso saldremos. —Noté el silencio tras mis palabras, por lo que miré interrogativa a los cachorros. —¿Por qué? ¿Queréis venir?

Órbita. (Bittybones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora