• Luke •
Odiaba admitirlo, pero ella no era tan mala.
Sinceramente, Bethany era agradable para entablar una conversación. Un poco rara también, pero no demasiado. Estuvo mal el juzgar por su apariencia porque su personalidad es todo lo contrario a su dulce aspecto. Estaba lejos de ser una niña dulce. Ella parecía un poco más a mí, con comentarios sarcásticos fuera de lugar y un humor absurdo de dinamita que cualquier comentario podía encender una llama explosiva que acabase con todo. De todos modos, una parte de mí, una muy grande, sigue odiándola. Quizás si no viviera en mi casa podríamos llevarnos bien, pero ese no es el caso, así que prefiero seguir con nuestro trato y mantenernos alejados el uno del otro.
No era de tener amigas mujeres. Lo había intentado un par de veces en oportunidades pasadas, pero siempre terminábamos teniendo sexo. Al principio pensé que era algo normal; que los hombres tenían sexo con todas sus amigas y viceversa, hasta que se lo dije a Calum, y descarté ese pensamiento cuando me vio como si estuviera loco. Y cuando por fin lo entendí, ya me había acostado con las posibles chicas que de verdad querían ser mis amigas, así que quizás era un poco tarde.
Busco un lugar para estacionar frente a McDonald's. Espero que la rojita no haya pensado que la llevaría a un restaurante de lujo, aunque su cara luce satisfecha mientras se baja del auto, lo que en cierto modo hace que mi enojo aumente.
Generalmente, a las chicas que intentaba conquistar, o bueno, mejor dicho, con las que me quería acostar; solía llevarlas a un lugar más elegante con el que se pudieran impresionar. Pero como eso era lo último que intentaba que pasara, un sitio de comida rápida cerca de casa fue mi mejor opción.
No me molesto en abrir la puerta para ella y paso primero. No quiero que se dé una buena impresión de mí al abrirle la puerta y dejar que entre antes que yo. No tengo ninguna intención de actuar como un caballero.
—¿Qué quieres? —pregunté a Bethany quien ya se encontraba a mi lado. Tendría que pagar por su comida, sin embargo.
—Uh, ¿lo que tú vayas a pedir? —eso sonó más a una pregunta que a una afirmación, pero está bien para mí.
Me acerqué hacia la empleada y ordené dos hamburguesas de pollo para ambos. A pesar de que el menú ofrecía nuevos combos de comida, siempre venía y pedía lo mismo. Creo que llegaré un día, sólo diré "lo de siempre" y ya sabrán mi orden. Estaba solo obsesionado con la misma hamburguesa de pollo. Podía comerla todos los días y nunca cansarme.
—¿Qué pasó, Hemmings? —escucho una voz familiar detrás de mí.
Thomas.
—Hey, ¿qué pasa? —respondo sonriente, dándonos un apretón de manos. Me doy cuenta que Verónica, su caliente novia, está junto a él, y también la saludo con un beso en la mejilla.
—¿Qué haces por aquí? Pensé que no te vería hasta el lunes. —dice Tom, posando su brazo sobre los hombros de Verónica.
—Mi mamá quería que llevara a comer a la chica de intercambio. —Señalé a Bethany con mi pulgar detrás de mí.
—Hola, es un placer, soy Brid... Bethany.
A pesar de que su piel es tan blanca como la nieve, su cara palideció por solo unos segundos, y su cuerpo se tensionó. Parecía pasmada, como si acabase de decir algo prohibido; entonces volvió a su postura normal y le ofreció la mano a Thomas.
¿Brid-Bethany? ¿A qué habrá venido eso? Creo que es más rara de lo que creí. Digo, ¿quién suele confundir su propio nombre? A menos que tomes drogas.
ESTÁS LEYENDO
Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...