Capitulo 14

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•Luke•

   —¡Son todos ustedes unas niñitas! ¿Les he dicho que se detengan? —gritó el entrenador en frente de nosotros.

   Estábamos en el campo ejercitando para un campeonato que se aproximaba. Nuestra primera competencia será con el Westland High School, un pequeño instituto ubicado en Double Bay. Ellos eran pan comido. Teníamos que ganar una serie de eliminatorias para llegar al partido final. Nuestra verdadera preocupación era La Salle, donde estudiaba Zeke Martin. El hijo de perra y su equipo nos habían ganado unas dos veces consecutivas el año pasado y por ello nos estaban matando a entrenamientos. Si volvíamos a perder, estoy seguro de el entrenador va a matarnos.

   Mis brazos estaban como gelatina por tantas flexiones, y todo mi cuerpo se encontraba empapado por el sudor. Los entrenamientos fuertes ya habían empezado; no sólo para nosotros, también las porristas, la banda de la escuela, los equipos de matemáticas y ajedrez, y todos debíamos pertenecer a una actividad extracurricular. Era obligatorio. 

   Yo por su puesto desde siempre había elegido el rugby. Me gustaba, y era bueno. Universidades ya estaban detrás de mi desde el año anterior, entonces debía poner todo mi esfuerzo en el entrenamiento, sin dejar las calificaciones de lado. Era agotador, pero estoy seguro de que valdría la pena al final.

   Calum y Raph también querían seguir en el mundo del rugby; Nick estaba más inclinado en la medicina deportiva y kinesiología, además de su amor por los tatuajes y los diseños pero, por ahora, jugaba en el equipo con nosotros, y se preocupaba de sacar las mejores calificaciones. Era el más aplicado de todos. Incluso que Blake. De él no tenía mucha información sobre lo que quería hacer después de la secundaria, se lo ha reservado para él mismo todo este tiempo. Es el único que no está en el equipo.

   El sol arrasaba con todo su fulgor sobre mi cabeza. Ya deben ser las cuatro, y el entrenamiento estaba lejos de terminar.

   —Cinco minutos, Marco. Me estoy muriendo. —Se quejó Nick, tirado sobre el césped.

   El entrenador Marco negó la cabeza en desaprobación.

   —Es por eso que no ganan los campeonatos. Les daré dos minutos para que tomen agua y relajen músculos, luego van a correr. —Ordenó, escribiendo alguna observación en su cuaderno. Seguramente algo como que somos unos flojos de mierda, aun cuando tenemos diez minutos seguidos haciendo flexiones.

   Me dirijo hasta las gradas donde se encontraban mis cosas. Paso cerca de las animadoras y no puedo evitar darle una palmada a Heather en el trasero. Ya era costumbre.

   —¡Oye! —se quejó ella con una sonrisa. Yo le guiñé un ojo.

   Comienzo a beber de mi recipiente con agua cuando Calum me da un zape en la cabeza y vierto parte del contenido sobre mi uniforme.

   —¿Qué te pasa? —cuestioné molesto, casi ahogándome con el agua.

   —¿A mí? Nada. ¿Cómo vas con Bethany? —preguntó secándose el rostro y el cuello con una toalla.

   —¿Cómo voy con qué? ¿Te afectó el sol?

   —Vamos. Tú y yo sabemos que quieres otra guerra de crema con ella. —Subió y bajó las cejas.

   —Fue divertido. —Me encogí de hombros sin importancia.

   —Además —susurró cerca de mí —, no quiero saber que hicieron el sábado luego que me fui.

   Lo fulmino con la mirada.

   —Sí, Calum, me acosté con ella y ahora está embarazada. —Rodé los ojos.

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