• Bridget •
Entreabrí los ojos al escuchar el estruendoso sonido de la alarma de mi celular sobre el buró. Me levanto de la cama somnolienta, con el frío suelo de la habitación calándome los huesos desde mis pies. Había perdido un calcetín de alguna manera mientras dormía, así que me moví con solo uno puesto por toda la habitación.
Hoy era el supuesto gran día, el tan preciado donde tendría que presentar un absurdo baile frente a un montón de fanáticos del rugby con un uniforme ridículamente pequeño incluso para mi delgado cuerpo. Para mi suerte, no fue difícil convencer a Skyler de yo siempre mantenerme atrás en la coreografía, pero tenía una pequeñísima parte de con Zeke justo al frente de todas las demás. A este punto, ni siquiera me acordaba de los pasos.
Camino hacia mi cuarto de baño y decido tomar una larga ducha primero. Dejé el agua fría esta vez, a pesar de que la temperatura del ambiente en Sídney comenzaba a disminuir. Me hubiera encantado disfrutar de los intensos rayos del sol del verano australiano; Anna y Ashton siempre relataban anécdotas y divertidas historias en la playa o en el yate de la familia de Anna (!), y yo sólo me deslumbraba con los sucesos que le ocurrían a los adolescentes millonarios, deseando tener la oportunidad de tener mis propias experiencias en lo que restaba del año escolar, pues no volvería a ser verano hasta diciembre.
Salí de la ducha cuando me sentí lo suficientemente despierta. Solía acostumbrar a levantarme mucho antes que los demás, aunque me sintiera exhausta, es por eso que frecuentaba dormir temprano para tener mis ocho horas de sueño, de lo contrario, estaría de pésimo humor en todo el día.
Hoy era uno de esos días. No fue una tarea sencilla conciliar el sueño intentando meditar lo que había conversado con Luke la pasada noche. Estaba carcomiendo mis pensamientos el no saber qué era lo que sucedía exactamente, y se complicaba aún más cuando nadie me decía. No entiendo el sentido de ocultar toda la situación si, lo más probable, es que me enteraría de todas maneras, pero también llegué a la conclusión de que alguien me lo haría saber si fuera una cosa tan importante.
O al menos eso espero.
Me quedé en bata de baño y me acerqué al lavabo para lavar mis dientes y rostro. No me gustaba usar el mismo jabón que frotaba en mi cuerpo para limpiar la cara, así que tenía mi propio gel líquido para usar. Eché un par de gotas en mis manos enjuagué mi rostro sobre el lavamanos, para luego sacar toda la espuma fuera de mí. Casi sin abrir mis ojos, tanteé el cepillo de dientes y puse algo de crema dental sobre las cerdas, y lo llevé hasta mi boca.
Mis papilas gustativas saborearon inmediatamente un sabor distinto a la crema dental. Hice un gesto de disgusto y escupí varias veces todo el contenido fuera de mi boca.
—¡¿Pero qué demonios?! —exclamé en voz alta.
Mayonesa. Mi crema dental había sido cambiada por salsa. No tuve que pensarlo dos veces para saber quién era el causante de esto.
Tuve que reír ante la estúpida broma. ¿De verdad Luke creía que esta sería una buena venganza por todos los vasos llenos de agua que yo puse en su departamento? Parecía casi un chiste patético de primaria. Tiré el tubo de mayonesa en el traste y dirigí mi vista hacia el espejo frente a mí, para sacar una crema dental nueva del estante a su lado, pero cuando mis ojos se posaron en mi reflejo, lancé un grito tan fuerte que estoy segura me escucharon en todo Bellevue Hill.
Mi rostro estaba completa y horriblemente tinturado de negro.
—¡Maldita sea, Luke Hemmings! —grité, sin importar que sus padres me escucharan.
Comencé a hacer rabietas y a lavar mi cara una y otra y otra vez. La tinta simplemente no se corría. ¿Cómo había llegado ahí? ¿Habría pintado mi cara mientras dormía? No, estoy segura de que lo hubiera sentido, mi sueño es bastante ligero. ¿Entonces? Pensé un par de opciones antes de dar en el clavo y darme cuenta de lo estúpida que había sido.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...