Otro jodido día más.
Respiré profundo para no entrar en pánico y opté por entrar a la ducha. Lavé mi cabello porque a veces eso me hacía sentir mejor, pero no creo que nada pueda aminorar mis ansias y temor por lo que ocurría. No sé qué mierda me poseyó aquella noche para hacer lo que hice, pero ahora estaba malditamente arrepentida.
Si tengo razón, voy a morirme a la mierda.
Como si la vida no me hubiese dado suficientes escarmientos como para saber exactamente lo que pasaba cuando no tenías cuidados. ¡Pero que tonta, tonta, tonta Bridget! ¡¿En qué carajos estaba pensando?!
Me hundí en el agua esperando que las gotas que corrían por mi cuerpo se llevasen consigo todas mis preocupaciones. Funcionó de alguna manera, porque comencé a razonar. Estaba siendo ilógica, ¿cierto? Yo prácticamente no podía, y me había sentido bien últimamente. Demasiado bien, diría yo. La felicidad era lo único para lo que había cabida en mí, porque Luke no me permitía que fuese de otra manera. Era como la vitamina que necesitaba cada día para encarar el mundo con una sonrisa en mi rostro. Parecía una tonta enamorada de alguna película romántica empalagosa, pero es precisamente lo que era.
Aún así, no podía dejar de pensar en que mi menstruación se había retrasado más de lo que debería.
Sí, yo siempre había sido irregular, pero era inequívoco que todo volvería a la normalidad una vez que mejorara de la cirugía. Ya estaba más que recuperada, así que debió haber venido hace una semana y, sin embargo, no fue así.
Esto no me hubiese asustado si no fuese una estúpida que se le ocurrió la brillante idea de tener sexo sin preservativo.
¡Tonta!
Cierro el grifo del agua y salgo de la ducha junto con mi sentimiento de culpa. Mierda, no podía decirle nada a Luke o enloquecería. Mejor que pasase mi crisis en silencio y esperase a tener respuestas antes que asumir tonterías. Uno de los dos tenía que mantener la cordura, y evidentemente esa nunca soy yo.
—¿Estás lista, rojita?
Me sobresalto al escuchar la voz de Luke en mi habitación. Estoy nerviosa de pronto, pero me digo a mí misma que él no puede leer mis pensamientos y desecho los miedos fuera.
—¡Apenas me duché! —grité de vuelta.
Esta mañana Luke insistió en llevarme a caminar por el puente del puerto del Sídney como en una cita. A pesar de que había ido con anterioridad, no lo hice con él, y me convenció de que quería tener ese recuerdo conmigo grabado en su memoria.
Se había vuelto un romántico empalagoso, y yo estaba bien con eso.
—Apresúrate antes de que cambie de opinión y me vaya solo. —Amenazó.
Ni tan romántico.
Camino fuera del cuarto de baño para verlo recostado sobre mi cama con sus piernas en la orilla para que los pies tocasen el suelo. Estaba vestido con una playera blanca sin detalles, pantalones negros y botas marrones. Su cabello dorado con rizos se desparramaba por toda mi cobija aterciopelada, y sus preciosos ojos azules estaban enfocados en su celular frente a él.
Me puse la ropa interior sin quitarme la toalla. No es como si no me hubiese visto desnuda antes, pero sabía que de ser así en este momento, cancelaría los planes y los cambiaría por unos muy distintos. Unos en mi cama.
—¿Qué me pongo? —le pregunto, desviando mi mirada hacia mi armario.
—Con lo que sea te verás de la cagada, así que ponte cualquier cosa.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...