Capitulo 41

3.4K 272 755
                                    

ADVERTENCIA

Este capítulo tiene contenido +18 narrado de manera explícita. Lees bajo tu propia responsabilidad. Si te hace sentir incómodo, lee hasta dónde gustes, pero asegúrate de continuar después del separador.

• Bridget •

   —¡Bethany! 

   Me doy vuelta y entrecierro los ojos, buscando el origen de la voz. Encuentro a Blake haciéndome señas con su brazo entre las personas sentadas en las gradas. Le digo a Liz y Andrew que me sigan, y caminamos con dificultad entre la línea de gente hasta llegar a mi amigo. Lo saludo con un beso en la mejilla y también a Ashton que apenas me cercioro está sentado al otro lado.

   —Te ves linda. —Adula Blake.

   Siento mis mejillas calentarse. 

   —Me maquillé un poco. —Digo, encogiéndome de hombros con poco interés.

   —Admite que te arreglaste para él —Ashton sube y baja las cejas al otro lado de Blake —. Eso es bueno porque, si ganan, estarás arreglada para la fiesta que habrá después; si no, te verás preciosa cuando estés brincando sobre su...

   —¡Cállate! —reprendo, tornándome más roja que mi propio cabello.

   Los chicos ríen, y doy gracias al cielo que los Hemmings están ocupados saludando a un par de personas en el banco sobre nosotros. Ashton tenía un punto, sin embargo, porque sí me había arreglado para él.

   No quiero decir que no era una chica que se preocupaba por su aspecto, pero siempre fui muy sencilla. No me gustaba cargar mi cara repleta de maquillaje costoso ni mi cuerpo vestido con prendas de marca; me conformaba con cosas más simples. Pero, al ser una ocasión especial, decidí usar un poco de sombra de ojos oscura que hizo resaltar mucho mis ojos, alisé por completo mi cabello y usé unos pantalones blancos ajustados que llegaban a la cintura, un suéter ceñido al cuerpo y una chaqueta de cuero que se cortaba a la altura del borde del pantalón. Sé que Luke se impresionaría mucho al verme. O al menos, espero que así sea.

   El tiempo estaba pasando de manera fugaz, y las clases ya habían llegado a su fin. Las vacaciones de invierno comenzaron esta mañana, en donde muchos aún se vieron en la obligación de presentar engorrosas pruebas finales y toneladas de ensayos que entregar. Yo me la vi ligera, pues, al haber ganado el concurso de talentos, logré hablar con la directora y llegar a un acuerdo para eximir algunos exámenes en lugar de tener los puntos extra que no necesitaba. Es por eso que no me vi del todo estresada.

   Había ganado más que una exoneración de pruebas, porque ahora el Instituto de Música tenía los ojos sobre mí. Me ofrecieron media beca en un programa de música clásica por tres años y no dudé en considerar la oferta; y digo considerar, porque no puedo aceptar sin antes consultarle a mi bolsillo personal, es decir, mi abuela.

   Cuando le dije eso a Luke, por supuesto que se postuló para ser el primero en pagarme los estudios, pero lo detuve ahí mismo. Podía aceptar que costeara todo en nuestras citas, que me haya hecho regalos caros e incluso que me comprara ropa como un demente, pero esto me parecía demasiado. Si de algo estoy segura, es de que me siento más en confianza conmigo misma para decir que encontraré la manera de hacerlo por mi cuenta.

   Hoy era el juego de La Salle contra el Fraternel. No está demás decir que vine en apoyo a Luke y los chicos en lugar de animar a mi propia escuela. Por suerte, ya no estaba en el equipo de animadoras, pero Anna sí, así que no tendría a nadie con quien parlotear sobre lo caliente que se veía Luke en su uniforme de rugby. Dudo que los chicos quieran escuchar mis comentarios al respecto.

FugitivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora