• Bridget •
—Oh mi Dios, ¿me voy de viaje y ustedes están más unidos que nunca? —Anna suelta un estruendoso chillido que me hace apartar la bocina de mi oreja —. ¡Son tan lindos!
—Sip —digo, lanzándome sobre la cama —. Aunque, está un poco demente, ¿sabes? Ayer insistió en darme su tarjeta de crédito para que comprara algo de ropa nueva —rodé los ojos a pesar de que mi amiga no podía verme —, estuve una hora convenciéndolo de que no necesitaba nada.
—¿Cuántos tornillos le faltan a tu cabeza? —preguntó con fastidio —. Vas al cielo llorando, Bethany. Por favor, dime que compraste por lo menos una nueva camisa.
Reí, observando las bolsas repletas de ropa.
—¿En verdad crees que logré persuadirlo? Estuvo escribiéndome todo el rato y pidiendo fotos de la ropa en mí —sonrío ante el recuerdo —. De verdad, no sé cómo aún conserva su trabajo.
Luke, por alguna razón que desconocía, estaba potencialmente atento estos últimos días. Luego de mi cumpleaños y de una serena noche en sus brazos, se comportaba afectuoso y complaciente incluso frente a sus padres. Su repentino cambio de actitud sacudió completamente el mundo bajo mis pies; quiero decir, ya había empezado a comportarse diferente, pero era como si alguien hubiese presionado un interruptor escondido en él. Incluso, me atrevía a decir que me trataba justo igual a Kate, lo único que faltaba era que me diera la comida en la boca. Eso sería tan raro.
Sin embargo, a pesar de su cambio repentino positivo de actitud, lo notaba extraño. A veces se veía preocupado y ansioso, como si estuviera muriendo por decirme algo. Sea lo que sea, ha estado afectando la manera en que se desenvuelve en la intimidad. Ya no solía actuar tan cachondo como antes; sus toqueteos eran diferentes, quizás como extremadamente cuidadosos, y es como si evitara a toda costa transformar un beso en algo más que eso.
No había hablado con Luke al respecto porque, a fin de cuentas, no sé qué tan real sea todo esto para él. Recuerdo la noche de mi fiesta de cumpleaños, y como musitó que me quería justo antes de dormirme. No respondí, porque no estaba segura de lo que sentía, ni mucho menos si él lo decía en serio. Todo mi ser quería creerle y, para ser francos, Luke no me había demostrado lo contrario. Ya evitaba hacer cualquier clase de comentario antipático que no fuera sarcástico. Discutíamos, pero no como meses atrás.
Era sorprendente como había cambiado las cosas en un abrir y cerrar de ojos.
Además de eso, mi completa energía estaba puesta en Sam y mi abuela. No regresarían a Estados Unidos hasta la otra semana y, a pesar de que Luke estaría viajando mañana a Brisbane, él era certero que volvería para el domingo siguiente, mi familia, por otra parte, no tengo idea de cuándo los volvería a ver en persona.
Es por eso que ambos nos han estado acompañando a Blake y a mí en nuestros recorridos turísticos por la ciudad. Estoy completamente feliz de que él decidiera invitarme a los paseos. Me pregunto vagamente si eso también ha sido obra de Luke.
—Que afortunada eres de tener a un chico como Luke, Beth. —Dijo Anna, explotando una bomba de lo que sonaba como goma de mascar.
—¿Qué dices? Nick es un chico excepcional.
—Lo es —admite —, aunque, no hemos hablado mucho últimamente. Asumo que todo mejorará cuando ambos regresemos de viaje.
—Espero que así sea —le digo con las mejores intenciones —. Es particularmente genial que salgas con uno de los mejores amigos de Luke, porque así estamos juntas todo el tiempo.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...