Fugitiva

Capitulo 8

• Luke •

   —Esa es, por seguro, la peor idea que se les ha ocurrido. —Dije a los chicos, molesto por la situación.

   ¿De verdad habían simplemente invitado a Bethany a casa de Heather? ¡Esto era casi igual a estar de niñera! Quiero decir, obviamente ella era lo suficientemente capaz de cuidarse sola, pero si llegara a pasarle algo, estaría en grandes problemas. Y me refiero a mí. No quiero ni pensar en lo que dirá mi madre si se entera que lleve a Bethany a lo que ella llama "fiestas alocadas de drogadictos". Debería ir y meterle en la cabeza de que Liz Hemmings se pondrá furiosa si sale de esta casa sin autorización.

   Y eso no es completamente mentira.

   —¿Qué tan terrible puede ser, Hemmings? —dice Nick, rodando los ojos —. Déjala que se divierta un poco.

   —Y que socialice —agrega Blake, encogiéndose de hombros —. Así podrá ir conociendo a las personas de nuestra escuela.

   —¿Y cuál es el punto en eso? —fruncí el ceño —. Ella no irá a nuestra escuela.

   Escuché a Raph jadear tan fuerte que espero haya aspirado consigo todo mi humor de mierda.

   No, no funcionó.

   —Estás de joda, ¿verdad? —pregunta él. Yo niego con la cabeza —. Maldición, me hubiera gustado ver esa cabeza roja todos los días.

   —Por favor, no me digas que asistirá a La Salle. —Preguntó Calum. Yo no pude evitar reír inmediatamente.

   —Para tu mala suerte, irá precisamente a La Salle.

   Los chicos, a excepción de Tom que ya lo sabía, soltaron resoplidos e hicieron gestos de molestia. La Salle era, básicamente, la competencia del Fraternel. Y hablo de en todos los sentidos. Era nuestro equipo contrincante en el rugby la mayor parte de las veces, y también sé de competencias de los mate-atletas y juegos de ajedrez. Además, no nos llevábamos bien con alguno que estudiara en ese Instituto. O al menos hablaré por mí. No tenía interés en socializar con ninguna de esas personas, y mucho menos los del último curso.

   Sé que, en el momento que empecemos las clases de nuevo, será difícil no toparme con ellos, pues Bethany estudiará ahí. Y esto lo sé porque mamá estaba solo tan decepcionada de que la rojita no estudiara conmigo que fue a rogarle al director del Frat para que la admitiera. Para mi suerte, no había ningún convenio entre su escuela de América con el Fraternel, así que no hubo manera de ingresarla.

   Desde entonces, pensé que toleraría a cualquier estudiante de La Salle rondar por mi casa, lo único que espero es no encontrarme precisamente con la persona que menos deseo hacerlo.

   —Esa es una completa decepción. —Dice Raph, sonando realmente afectado. 

   Ruedo los ojos.

   —¿Por qué, Raph? —pregunto —. ¿Ya estabas pensando en maneras de convencerla para que se acostase contigo?

   —No todo en esta vida es sexo. —Responde.

   Nick abre sus ojos verdes y se acerca a él. Coloca la palma de su mano en la frente de Raph y luego la mueve hasta el cuello, estudiándolo con la mirada.

   Raph lo ve confuso.

   —¿Qué carajos haces?

   —Evaluando si tienes fiebre o algo —explica —. Ese fue un comentario bastante impropio de ti.

   Emito una risa burlona cuando Raph le aleja la mano de un golpe.

   —Come mierda, Nick.