Capitulo 19

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• Bridget •

   Guardo el móvil de regreso a mi bolso e intento actuar lo más natural posible como si nada hubiese ocurrido mientras camino de regreso a la mesa, no sin antes acordar con la encargada que pagaríamos por los desperfectos.

   Ni siquiera me molesté en escurrir mi ropa, simplemente caminé con dignidad evitando las miradas atónitas de mis amigos cuando me senté de nuevo con los demás. Estoy consciente de que mi cabello luce horrible, mi blusa empapada se adhiere a mi piel y mi rostro enchumbado de agua con el maquillaje corrido, pero lo ignoro.

   Tom se aclara la garganta intentando lucir en calma, pero parece inquieto.

   —¿Me pueden explicar qué carajos pasó? 

   —Bethany entró al baño de hombres por accidente, me vio, y se mojo toda al verme. —Contestó Luke, sin dejar entrever ningún atisbo de sarcasmo, como si eso realmente fuese posible. 

   Mi cara se tornó roja de la ira y le devolví una mirada de odio. El me vio con complicidad y deduje que, por razones desconocidas, no quería dar detalles de lo que verdaderamente había pasado. Supongo que para no tener problemas con sus amigos o con su plástica novia. Mentalmente esperé que el grupo de zorras a mi derecha no se creyeran ese cuento. No se molestaba en disimular la risa.

   —¿Y cómo no me iba a mojar si te insinúas así, guapo? —le dije de regreso en un tono coqueto.

   Heather enseguida giró su vista a él, pero Luke me miraba con desprecio. No me importó en lo absoluto. Si él quería jugar, yo también era muy buena en eso.

   —Ni en tus mejores sueños eso pasaría. —Defiende.

   —¿No? —cuestiono burlona, inclinando mi cuerpo sobre la mesa —. ¿Ahora sí vas a negar que te escabulles por las noches hasta mi habitación? Me dejas incluso más mojada, Lukey. 

   Pronuncié eso último con la intención de molestar a Heather porque, bueno, yo no llamaba a Luke así nunca. Logré mi cometido, porque ella abrió sus grises ojos como platos y rápidamente vio a Luke con bastante impresión.

   —¿Ah, sí? —le preguntó estupefacta.

   —¡No! —bramó enojado —. Deja de inventar cosas.

   —¡Tú empezaste! —exclamé de vuelta —. ¡No me busques la lengua si no me quieres escuchar!

   —Basta, ¿quieren? —demandó Blake con parsimonia, viajando su vista entre ambos —. ¿Podemos disfrutar de una cena sin ustedes discutiendo?

   Ninguno de los dos dice nada más, porque realmente no tengo ánimos de arruinarle la velada a Tom en su cumpleaños, y creo que Luke tampoco.

   —Te va a tomar toda la vida desenredarte el cabello. —Dice Anna a mi lado.

   —No me digas.

   Ella me ayuda a deshacerme del resto y de las horquillas que tenía en la cabeza que sostenían mi antes moño sofisticado. Terminé por hacerme una coleta alta justo en el momento que llegó el camarero.

   En silencio, comencé a comer mi platillo.

   Mi móvil sonó de nuevo en mi bolsillo. El último mensaje no me había gustado para nada. Que Sam me dijera que teníamos que hablar, y que era algo importante, me hizo sentirme mareada por un par de minutos. Luego de reflexionar, me di cuenta de que para Sam podía significar cualquier cosa. Quizás al fin había invitado a alguien al baile de nuevo año y sólo quería contármelo.

   No me molesté en revisar el segundo mensaje porque estaba demasiado ocupada viendo la escena que tenía frente a mí. ¿Desde cuando Heather y Luke eran tan unidos? Estaban comiendo prácticamente uno encima del otro, riendo de cualquier cosa e incluso compartiendo bocados de sus comidas. Me giré a ver a Calum que se veía tan impresionado como yo, pero él solo me regaló un encogimiento de hombros. 

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