• Bridget •
—¡Esto fue una terrible idea! —grité frenéticamente sobre el viento.
—¡Esta fue una asombrosa idea! —rió Luke histérico —. ¡Tú sólo tienes una terrible actitud!
Cubro mis ojos con ambas manos mientras mis piernas se balancean en el aire. El desagradable y violento movimiento me provoca un vacío en el estómago y la comida sube y baja por mi garganta. No sé por qué me dejé convencer para hacer esto. ¡Quiero que se termine!
Las torres de caída en los parques de atracciones eran de lejos mis juegos favoritos. Siempre me había conformado con las tranquilas tiendas que se dedicaban a premiar con osos de peluche gigantes o los paseos planos giratorios. Me hubiera divertido más en la jodida atracción de las tazas de té que dan vuelta en su propio eje dispuesta a entretener a los niños más pequeños, pero los chicos siempre son unos salvajes imprudentes que les gustan los juegos bruscos y feroces.
Casi dos meses habían pasado desde el incidente de Taylor. Luke y yo estuvimos a la expectativa todo el tiempo, como si algo malo igual llegase a pasar en cualquier momento; sin embargo, no fue así en lo absoluto. Me atrevía a decir que han sido las mejores semanas desde que llegué a Australia. Taylor y su séquito no habían molestado más, y a pesar de que ella no fue encerrada en la cárcel porque el dinero realmente lo mueve todo, continuó sus estudios en casa porque casi todo el Fraternel se enteró de lo que ella había hecho. Que ataquen a sus jugadores de rugby favoritos no fue bien visto por nadie, entonces evitó una ola de bullying al encerrarse en su casa en lugar de atreverse a volver. Supongo que es la única buena idea que ha pasado por su cabeza teñida.
Vienna tampoco seguía siendo una amenaza. La bancarrota de su familia no fue ningún chiste, y poco a poco fueron floreciendo las consecuencias de dicho acontecimiento. Tuvo que cambiar de Instituto a uno menos costoso, lo cual me generó pacíficas mañanas en la escuela al no tener a nadie detrás de mí queriéndome arruinar la existencia. Skyler aún lo intentaba, supongo que por resentimiento, pero sus bromas eran estúpidas e inofensivas, así que decidí hacerme de la vista gorda.
Lo más importante: Luke y yo habíamos empezado una verdadera relación.
Ni siquiera fue necesario que me lo pidiese, porque pareció estar sobrentendido en el preciso instante en el que los problemas se disiparon. Eso fue la llave escondida que apareció para abrir la puerta de una nueva oportunidad para nosotros. Cada vez éramos más unidos, cada vez sabíamos mucho más uno del otro, y cada vez el amor crecía conforme los días pasaban. Era la relación que cualquier chica moriría por tener. Quiero decir: salía con un conocido y popular jugador de rugby que además de ser anormalmente guapo era cariñoso, atento, divertido, y un jodido Dios salvaje en la cama.
Sin embargo, aún no podía contarle mi más profundo secreto.
Incluso a pesar de que nuestra confianza había crecido, no creo que nunca pudiese ser capaz de decírselo. Ocultárselo por todo el tiempo que nos quede juntos no parecía una opción favorable, pero simplemente las palabras no salían de mi boca cada vez que lo intentaba. No estoy segura de sentirme lista para ver su expresión cuando se entere de la verdadera persona que puedo ser. O la que fui alguna vez. No sé con qué ojos me verá después de saber lo que hice.
Y eso me aterraba hasta la mierda.
A pesar de ello, lo único que me aterraba realmente en este momento era escuchar al tipo sobre mí tener arcadas como que iba a vomitar.
Si una gota de vómito caía sobre mí, lo juro por Dios...
Para mi suerte, el horrible juego se detuvo. Un suspiro de alivio salió desprendido de mis labios cuando el cinturón de seguridad se aflojó sobre mis hombros y fui capaz de salir. Bajé las escaleras casi huyendo del lugar. Escuché la risa de Luke y Nick detrás de mí, caminando en mi dirección con expresión burlona. Anna lucía tan agitada y desagradada como yo; por otro lado, Sophia y Ashley, quienes también nos habían acompañado, se regocijaban con nuestra actitud al ser las únicas en no subirse a la violenta atracción.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...