• Bridget •
Un par de semanas pasaron desde mi llegada a Australia y todo estaba yendo de maravilla. ¡Mi nuevo instituto era fantástico! Creo que era la primera vez en la historia adolescente que realmente me gustaba ir al colegio. Supongo que cuando empiece la temporada de exámenes voy a odiarlo con toda mi vida, pero mientras, disfruto del buen tiempo.
Luke no me había hablado durante todos estos días, lo cual estaba internamente agradecida. A veces me lanzaba miradas curiosas, como si quisiera decirme algo. Una vez en el desayuno, lo pillé mirándome fijamente con una media sonrisa en su rostro. No le sonreí de vuelta, sin embargo. Desde la última vez, él no había intentado hacer algo amable, y yo tampoco. Creo que al final habíamos decidido en simplemente ignorarnos el uno al otro, y estaba bien para mí.
Por otro lado, cada día que pasaba me veía más involucrada amistosamente con Anna, Ashton y Zeke. Eran unos amigos estupendos, se me hacía imposible no quererlos.
Vienna y yo no teníamos la mejor de las relaciones, quiero decir, era simpática, pero me daba la impresión de que no le emocionaba la idea de que yo perteneciera a su grupo de amigos. Supongo que estaba acostumbrada a ser el centro de atención en todo momento, y ya no lo era.
Justo ahora nos encontrábamos en su casa, que era más bien mansión. Me habían invitado por primera vez a sus viernes de películas y pizza, en donde cada uno llevaba una pizza diferente a degustar y, si era tu turno, una película que quisieras compartir, de la categoría que fuese.
Hoy era el turno de Ashton, quién había traído un film de suspenso.
—¡Es demasiado predecible! Obviamente fue la rubia quien ahogó a su madre, ¡sólo mira su cara de perra! —dijo Anna con su boca llena de palomitas.
Había elegido esta película que se trataba de un hombre que se divorció de su esposa porque esta era esquizofrénica e intentaba ganar la custodia de su pequeña hija, pero ahora, se había casado con esta rubia-cara-de-perra que al parecer fue la que asesinó a su madre ahogándola en la piscina. Es toda una locura, si parpadeas un segundo dejas de entender la película. Justo ahora su ex esposa está teniendo visiones con su hija donde le pide ayuda, ¿qué?
Ni siquiera sé el nombre del film.
—Sólo espéralo, no es lo que piensas. —Declaró Ashton.
Bien, ahora era más caótico. Resulta que el padre de la rubia fue quien asesinó a la madre de su esposo. Realmente no estoy entendiendo nada, solo sé que el hombre está loco, me recuerda a alguien que conozco.
Estoy más concentrada en el delicioso sabor de la pizza cuatro quesos que trajo Anna que en la película.
Yo por mi parte, compartí con ellos una deliciosa pizza de queso y pepperoni. Todos llevaron pizzas de asombroso calibre excepto por mí, que era una de tamaño normal. Nadie dijo nada, sin embargo, creo que saben que no cuento con la misma cantidad de dinero que ellos. Además, ¿qué tanta pizza podíamos comer entre cinco personas?
—Vaya, me duele el cerebro. —Se quejó Zeke una vez que había terminado.
Creo que estaría en las mismas condiciones que él si le hubiera prestado más atención a la trama, pero preferí sencillamente pensar en la comida en mi boca.
Zeke estaba sentado a unos cuantos centímetros de mí en el largo sofá de la sala de Vienna, sus brazos debajo de su cabeza en una pose tranquila y relajada.
En ese momento me di cuenta de lo atractivo que era, con sus finos y sexys labios, nariz perfilada y ojos oscuros. No era como Luke, a pesar de ello. Zeke era apuesto al estilo chico popular, como de las películas y libros adolescentes; Luke era más bien de un atractivo perfecto oh-dios-ten-piedad-de-nosotros.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...