• Bridget •
—¿Qué tan malo es? —le pregunto nerviosa a Luke desde el asiento del copiloto.
Casi quiero gritarle que baje la velocidad, pues parece ir a mil kilómetros por hora como en estas películas de rápido y furioso, pero no me atrevo a pronunciar ninguna palabra al ver sus ojos celestes hundidos en pánico.
—Nick no me dio mucha información, sólo sé que lo han golpeado —suelta el volante con una mano para pasarla por sus rizos dorados —. Maldita sea, probablemente se ha metido con la chica equivocada. Calum tiene que parar.
Hablando de meterse con la persona equivocada...
No soy capaz de explicarme a mí misma lo que acabo de hacer. Quiero decir, ¡eso es completamente impropio de mí! No sólo el hecho de haber besado a un chico diferente al con el que estaba saliendo, pero, ¿abalanzarme así sobre él para besarlo? ¿Sentarme en su regazo con tan sólo nuestra ropa interior puesta y presionarme contra él? ¿Cómo es posible qué, en este preciso instante, no estuviera muriendo en un ataque de pánico?
¿Cómo era posible que Luke Hemmings me hiciera sentir de esa manera?
Me sentía una impulsiva y tonta zorra. No seré competente de enfrentarlo mañana en el baile escolar. Mierda, espero amanecer enferma del estómago o algo que me evite ir. Jamás había hecho semejante cosa, y siempre me vi en la posición de criticar a las chicas que lo hacían; digo, Zeke y yo no somos realmente una pareja, pero ya no podríamos serlo aunque me lo pidiera, pues no sé con que cara podría pararme frente a él.
Dios mío, ¿qué hice?
Lo peor del caso, es que no importa cuanto lo piense, no soy capaz de negar lo mucho que me gustó.
Y lo mucho que quería que se repitiera.
Me giro para ver como muerde su labio inferior nerviosamente. Ya no llevaba ese caliente piercing en el labio, y aún en este estado, sólo pensaba en volver a probar su boca de nuevo. Me reincorporo en el asiento y observo por la ventana del auto. Las luces de la ciudad y de los demás coches se ven apenas como un resplandor ininteligible por la rapidez en que Luke conducía el vehículo.
En silencio, Luke aparcó en el estacionamiento del hospital. Había cesado la lluvia un par de minutos atrás, y aún con la calefacción, estaba muriendo de frío. Él lo notó, posando su vista en mis piernas desnudas temblorosas.
—Tengo un pantalón deportivo en la parte de atrás, ¿te lo quieres poner? —ofreció.
Yo asentí, mis labios tiritando. Luke no tardó en bajar para buscar la prenda en el maletero del coche, y me lo tendió en breve para que lo vistiera.
—¿Me esperas aquí, o te bajas conmigo?
Pensé la situación lo más rápido que pude. No sabía quién se encontraría ahí dentro, y estaba usando completamente la ropa de Luke, lo cual probablemente demostraría una situación sospechosa, pero si a él no le importa, supongo que a mí tampoco.
—Voy contigo. —Confirmé.
Me percato de que hay varios autos estacionados en la entrada. Reconocí la camioneta inigualable de Nick cerca de emergencias, y otro par de autos de aspecto costoso. Caminé detrás de Luke nerviosamente, intentando seguirle el paso. Él preguntó en recepción dónde tenían a Calum Hood, y la mujer anciana de cabello blanco y ojos cansados le dio un par de direcciones para llegar a la habitación.
Luke me miró y, con un ademán de la cabeza, me pidió que lo siguiera por el pasillo. Correteé detrás de él, sus piernas largas lograban pasos mucho más grandes que los míos, y para cuando llegamos con los demás, me encontraba jadeando.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...