PARTE 1
• Bridget •
—Déjame ver si entendí... —masculla Anna, con algo de galleta salada en su boca y sus dedos presionados en las sienes —. ¿Le has dicho a Luke que no sabías si querías ser su novia, entraste en pánico, y saliste corriendo a tu habitación?
—Básicamente.
—Bien, sabía que te faltaban un par de tornillos pero... ¿esto? —ella hace una mueca de disgusto —. Lamento que te lo diga, pero eres estúpida, amiga.
Suspiré. Sí soy.
Tenía que admitirlo: había actuado como una completa estúpida. Luego de hacer exactamente lo que Anna dijo, y encerrarme en mi habitación por el resto de la noche, ignorando completamente las llamadas y mensajes de Luke luego de aquello, comencé a pensar en el porqué de mi tonta respuesta. Primeramente, tenía miedo, no solo de entregarle completa y profundamente mi corazón a un chico como Luke quién, a pesar de que me había demostrado ser una persona completamente distinta, una parte de mí seguía temerosa ante la idea de que él decidiera regresar en cualquier momento a su promiscuo estilo de vida, sino porque si nos descubrían, me vería involucrada en una situación sumamente engorrosa. No quería siquiera pensar en lo que podría pasar si Liz o Andrew se enterasen. Mierda, suficiente con que Jack lo sabía, sin mencionar los amigos de Luke.
Estoy segura de que si los Hemmings llegaban a saber de nuestra relación, estaría en grandes problemas. Grandísimos. Probablemente me retornarían de regreso a América. Quiero decir, se supone que ellos eran los responsables de mí por todo lo que restaba de año escolar pero, si me veía involucrada en una situación que a ellos no les gustaba, podían enviarme a Los Ángeles. No había una clase de contrato por el medio, nada que asegurara mi estadía en Australia hasta el fin de curso. Si ellos querían que me fuera, tendría que irme.
Eso no me dejó dormir tranquilamente en toda la noche. Es por eso que mis compañeros del Instituto no dejaban de molestarme preguntando si me sentía bien por mis marcadas ojeras y expresión cansada mientras íbamos en el autobús. El campamento sería por este fin de semana, y estaríamos regresando mañana al atardecer. No tenía idea de que tan lejos nos llevarían y, para nuestra suerte, Liz no había decidido ser parte de los padres voluntarios que nos acompañarían. Sin embargo, eso no quiere decir que Jakov y Alexei no vendrían con nosotros para vigilarnos, aunque dudo que haya que escondernos para hacer algo; creo que Luke estaba enojado conmigo, y no lo culpo, hasta yo me odiaría.
De hecho, lo hago en este momento.
Me topé con él en la mañana, por supuesto, pero me dio los buenos días de una manera obstinada y no subió la vista de su desayuno. Sé que aún tenía cierta actitud por lo de Kate. Verlo llorar la noche anterior me rompió el corazón porque, a pesar de que ya lo había visto llorar antes, creo que nunca así. Katie no se había despertado aún para cuando nos fuimos, pero sé que cuando regresemos, ella ya no estará viviendo con nosotros.
Una parte de mí se encontraba muy triste por ello, sumando la situación con Luke. Estaba triste al cuadrado.
—¿Crees que me odia? —pregunté luego de un rato.
Ella me ofrece un poco de lo que está comiendo, a lo que yo niego con un gesto de mi cabeza. No me gustaba comer nada mientras iba en carretera, porque era propensa a vomitar, y ya todos hablaban lo suficiente de mí.
—No te odia, pero debe estar resentido —se encoge de hombros —. Es Luke Hemmings de quien estamos hablando. No está acostumbrado a que le digan que no, así que debe ser un choque enorme para su ego.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...