• Luke •
—Estás de un humor de mierda. —Escucho a Calum decir a mi lado cuando me siento pesadamente en el comedor de la escuela.
Lo miro con desprecio mientras le doy un mordisco a mi hamburguesa de mala gana. Ni siquiera tengo apetito, pero no podía darme el lujo de saltarme comidas.
—¿Qué pasa, Hemmings? —pregunta Tom esta vez, asintiendo hacia mí.
Ruedo los ojos y saco la estúpida prueba de mi mochila con la calificación escrita en grandes números rojos en la parte superior de la hoja, tendiéndosela a Tom frente a mí. Ni siquiera podía verla sin sentirme furioso. Estúpida puntuación de mierda.
—¿Este es el examen de cálculo que has presentado ayer? —doy un asentimiento, masticando impetuosamente mi almuerzo —. Hombre, no es una mala nota, ¿por qué estás tan molesto?
—Es una mala nota —respondo, tragando forzosamente y bebiendo un poco de agua —. Mierda, ¿tienes idea de lo que Liz Hemmings me dirá si bajo mi promedio?
—Tranquilo, no creo que un ochenta y seis baje tu promedio. —Dice Tom, regresándome el examen.
—¿Ochenta y seis? ¿Estas de joda? —refutó Cal, arrebatando el papel de mis manos —. Esto es más que todas mis notas sumadas en lo que va del período.
—No eres precisamente conocido por tus buenas calificaciones, Calum. —Regaño.
—Estoy orgulloso de que me conozcan por otros atributos. —Responde él, encogiéndose de hombros.
—Luke, ¿por qué no solicitas repetir la prueba? —sugiere Blake, sentado en el extremo de la mesa —. Estoy seguro que Campbell accederá.
—Ya lo he intentado, pero sólo puedo hacer la petición si mi calificación es menor de setenta —limpio mi boca con una servilleta antes de continuar —. Le he rogado, prácticamente, y ella sólo decía que no.
Aunque estaba consciente de que no era una mala nota, desde niño mamá me exigía tener un buen promedio en clase. No era el mejor, pero no estaba entre los peores. Sin embargo, siempre me preocupaba por mantener una puntuación favorable y, no me convenía bajar esos números. No cuando había un viaje de fin de curso a Francia al que aún quería ir.
—Entonces, ofrece hacer un trabajo, o quizás alguna actividad extracurricular. Podrías ayudar en la fiesta de otoño para subir un par de puntos —continuó Blake con sus buenas ideas —. Yo estaré cooperando en la decoración.
—¿Por qué? —ríe Raph al otro lado de él —. ¿Para qué necesitas los puntos de todas maneras? Tienes las mejores calificaciones.
Blake se encoge de hombros tomando un sorbo de su jugo.
—No los necesito, pero Taylor es la coordinadora de eventos de la escuela, y me ha pedido ayuda —él vuelve su vista hacia mí —. ¿Qué dices, Luke? Puedo ayudarte con eso.
Suspiro, pensando mi respuesta. Estaba poco emocionado por el baile de otoño; jamás me ha gustado vestir de traje para tontos eventos sociales de la escuela, mucho menos me gustaría decorar el gran salón de fiesta que tenía la institución. No obstante, era una manera fácil de subir mi calificación de espanto.
—Bien —digo finalmente —. ¿Qué tengo que hacer?
Él ondea una mano despreocupada hacia mi dirección.
—Yo me encargo. Hablaré con la señorita Campbell y con Taylor para llegar a un acuerdo.
Agradezco con una media sonrisa, sintiéndome menos tenso y aliviado. Era una cosa buena tener a Blake Hamilnton en momentos de crisis.
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Fugitiva
FanfictionTras cumplir los diecisiete años, Bridget Blackwell ha tomado la precipitada decisión de transferirse a un instituto al otro lado del mundo en su último año. Ella pensó que eso la alejaría de todos sus antiguos conflictos en casa, pero ahora, tendrá...