Matt Espinosa {Mix}

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Matthew aterrizó por fin, después del tour con los demás chicos, y tenías muchísimas ganas de verle así que estabas impaciente de que llegara a casa.

Te mirabas al espejo cada dos por tres, querías estar perfecta para él y además, como bienvenida, llevabas su ropa interior preferida (un conjunto que te regaló en tu cumpleaños).

La puerta sonó y saltaste corriendo a abrir. Cuando la puerta dejó de ser un obstáculo entre ambos, te lanzaste a sus brazos con tus piernas rodeando su cintura y tus labios junto a los suyos.

-Te he extrañado, Matthew. Mucho.

-Yo también, preciosa.

Te apartaste y le ayudaste a llevar las cosas adentro. Una vez la puerta cerrada, te acorraló contra la pared, besando tu cuello y provocando gemidos salientes de tu boca.

-Ugh, Matt.

-Te he echado de menos malamente.

Te quitó la camiseta y la lanzó por algún lugar del salón. Te llevó hasta la habitación, dando tumbos mientras os chocabais contra todo sin ver nada debido a los besos.

Ambos cuerpos cayeron sobre la cama y dejó tu cuerpo desnudo sobre las sábanas e hizo lo mismo con su ropa.

Sus labios se deslizaron por tu pecho mientras los dedos desabrochaban el sujetador, para después, succionar uno de tus pezones mientras el otro era acariciado.

Quería seguir bajando su boca hasta otra zona, pero antes de llegar allí le paraste con desesperación.

-Por favor, te necesito. Te quiero dentro de mi, quiero que me folles.

Se quitó los calzoncillos para colocarse un preservativo que sacó de tu mesilla de noche. Ya tenía memorizado dónde los escondías.

Volvió a subir su cabeza a la altura de la tuya para besarte apasionadamente, ningún otro beso comparado a éste.

Y empezó a entrar a ti suavemente, haciendo que tu espalda se arqueara.

-Joder, Matthew. Más fuerte, por favor.

-No, amor, no quiero follar. -Le miraste extrañada. -Quiero hacerte el amor.

Comenzó a entrar y salir de tu cuerpo, con calma, sin prisa alguna. Podías sentir cada milímetro de su miembro dentro de ti, y te encantaba aquella sensación. Gemías su nombre, y él el tuyo.

-Matt, no puedo más.

-Yo tampoco, intenta aguantar lo máximo posible, bebé. -Su voz profunda y ronca de lujuría sonó en tus oídos.

Asentiste mientras Matthew colocaba una de tus piernas sobre su hombro para que cada embestida fuera más profunda. Gemiste una última vez, y te corriste finalmente, al mismo tiempo que tu amante. Sentiste su miembro palpitaba contra tus paredes, y suspirabas intentando recuperar el aliento.

Se tumbó a tu lado después de tirar el condón. Atrajo tu espalda a su pecho y su cabeza se hizo hueco entre tu cuello y tu hombro.

-Te quiero mucho, bebé, ¿lo sabes, no?

-Sí, Matthew, me lo dices todos los días. -Reíste. -Pero yo también te quiero.

(Para: @itslucymartinez)

P: ¿Mayor/es miedo/s?
R: La soledad, las muñecas de porcelana, y cualquier reptil parecido a una lagartija.

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