Genial. Llegabas una vez más tarde al instituto y tus padres estaban ya en el taller arreglando el coche (que habían pedido cita a primera hora) así que no tenías forma de ir más rápido. Decidiste darte un respiro al salir de casa y tomar el ascensor, ya que después de tanto ajetreo preparando todo a última hora (porque eras así de desorganizada) necesitabas un pequeño descanso.
Junto a ti, en el ascensor entró Jack, el hijo de los Gilinsky. Los conocías de intercambiar palabras en los rellanos, pero nada más allá, aunque eran muy simpáticos. Jack era el típico chico malo que se notaba a leguas y antes de pasar por una calle, ya estaban todos escondidos en sus casas. Sí, así dicho parece que es un malvado criminal, pero era el capitán del equipo de fútbol y el que más "fuertote" estaba, así que nadie se atrevía a meterse con él. Aunque las veces que había hablado contigo en el rellano, había parecido muy majo.
-Vaya fiesta que te montaste con tus amigos ayer por la tarde. Parecía que os estaban matando, chico, sois más ruidosos que un león hambriento. -Dijiste riéndote mientras te peinabas un poco en el espejo.
-¿Y qué más te da qué hayamos hecho o dejado de hacer? -Contestó borde.
-Tranquilo, eh campeón, si te has levantado con el pie izquierdo hoy no es mi culpa. -Devolviste con el mismo tono de voz.
-Perdona Sofi... -Se disculpó mirando al suelo del ascensor.
-No pasa nada, hombre. ¿Estás bien, Jack? -Dijiste apoyando la mano en su hombro.
-Sí, claro. Sólo una mala noche, supongo.
Bajaban los pisos, cuando de repente todas las luces se apagaron, dejando encendida como única luz la de emergencias. Maldición la tuya, parecía que te han hecho magia negra o algo por el estilo. Deberías de haber bajado por las escaleras, y encima te agobiaban los sitios cerrados, aunque no llegues a ser claustrofóbica. ¿Por qué tendrías qué vivir en un 12º piso?
-¿Qué ha pasado?
-¿Qué va a pasar? ¡Encerrados en un ascensor y yo llegando tarde, cómo no! Esta mala suerte sólo la tengo yo.
-Tranquila, a ver, organización. No es mala suerte, es un fallo técnico. Y lo que va a pasar es que vamos a llamar al conserje.
Jack llamó al botón que da a la cabina del conserje. Al no contestar nadie, caisteis en la cuenta de que el conserje fue despedido y estaríais unos días sin personal de mantenimiento en el edificio. ¿No es mala suerte, decía Jack? Decidistéis llamar a la Central, y lo único que djjeron es que esperaseis y que iba de camino un técnico que podría durar entre una y dos horas. Ni que estuvieran todos los ascensores de la ciudad estropeados, por favor.
-Jack, me estoy agobiando, de verdad. -Dijiste sentándote en el suelo acalorada, echándote aire con una libreta.
-¿Quieres tranquilizarte que estás conmigo?
-No sé si tranquilizarme o agobiarme todavía más. -Reiste.
-Qué graciosa, Sofi. Aún así deberías agobiarte más porque estás con Jack Gilinsky, el que todos temen y a todas se lleva. -Presumió.
-Lo que digas. -Volviste a carcajear mientras te abanicabas.
-¿Qué no?
-Yo no he dicho nada, no te infravalores tú solo, chico.
Decidió reírse y callar. El tiempo pasaba y no teníais nada más que hacer aparte de hablar sobre cotilleos del instituto. Uno de ellos fue que la capitana se quedó embarazada (no de Jack) y por eso no aparece hace tiempo, menos mal que dijo que fue por enfermedad severa. El calor aumentaba en aquella pequeña habitación levitante. El sudor recorría desde tu cuello hasta el valle de tus senos, teniendo la cabeza apoyada en la pared, hacía aquellas gotas más visibles y Jack, sentado enfrente, no podía evitar no dirigir la mirada a tu escote de vez en cuando.
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MAGCON Imaginas
RandomEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...