Matt Espinosa {Hot}

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Te encontrabas en el pasillo de tu colegio, y el profesor de la hora siguiente había faltado, lo cuál indicaba una apreciada hora libre.

Mientras todos se encontraban en el patio, decidiste ir al baño.

-Tss, tss. -Oíste a alguien llamar.

Te giraste, buscando por todos lados de dónde vendría la voz, pero no viste a nadie, pensando que habría sido algún profesor dentro de algún aula. Jurarías que había sonado cerca.

-Tss, tss. -Volviste a oír, aunque esta vez sí viste a alguien esconderse detrás de la puerta del baño de los chicos.

-Mira, sea quién seas, no tiene gracia. Me llamas por mi nombre, no cómo si fuera un gato.

Como nadie respondía, decidiste acercarte a la puerta del servicio de los chicos, y asomaste la cabeza para encontrar al que te vacilaba. De la nada, una mano apareció, tirando de tu cuerpo hasta encerraros en un baño, dónde el chico te colocó contra la pared. Una de sus manos te empujaba  sobre la barriga para que no te escaparas, y la otra descansaba al lado de tu cabeza.

-Joder, Matthew, me has asustado. -Dijiste cuando por fin le viste la cara, susurrando.

-Te he echado de menos, sobre todo tus labios. -La mano que estaba en tu estómago pasó a acariciar tus labios.

-Si sólo han pasado dos días desde que lo hicimos. -Reíste.

Matthew era tu amigo con derechos a roce desde hace unas semanas. Ambos os congeniabais bastante bien, pero creíais que sería mejor dejarlo todo como un polvo casual, ya que una relación era demasiado compromiso.

-Lo suficiente como para tener que trabajar a mano pensando en ti. -Dijo con segundas, con mirada pícara y egocéntrica.

Os comenzasteis a comer la boca, casi literalmente. Su lengua iba y venía, jugando mientras sus dientes apresuraban tus labios. Jugaba con tus pechos, masajeándolos bajo tu jersey. Tus manos viajaron a su cinturón, para desabrocharlo y poder sacar su erecto y grueso miembro. No es que hubieras visto muchos penes en tu vida, pero creías que Matt tenía de lo que presumir.

Le sentaste en la taza del váter, y te colocaste de rodillas delante de su masculinidad. Le sonreíste para después agarrar su erección y comenzar a hacer repetitivos movimientos de arriba hacia abajo, lo que viene siendo en el idioma común español y juvenil; una paja.

Su cabeza se echaba para atrás mientras su boca abierta expulsaba los gemidos que intentaba contener. Lamiste la punta de su miembro, para después volver a pasar la lengua desde su base hasta el extremo, y por último introducirlo en tu boca.

-Cuidado con los dientes, cariño. -Acarició tu cabeza.

-Mhm... -Asentiste de boca llena.

Después de un par de minutos chupándosela, finalmente sentiste como se tensó, lo cuál indicaba que en breve se correría. Masajeaste tus testículos para acelerar el proceso.

-¿¡Qué hacen dos personas en el mismo baño!? -Tocaron a la puerta, quién por la voz, supusiste que era un profesor. -¡Les quiero fuera de ahí YA MISMO!

Matthew, sin poder contenerse, se corrió en tu boca, mordiendo sus labios para evitar ser escuchado su último gemido. Tú rapidamente tragaste el salado líquido, satisfecha de tu trabajo aunque avergonzada porque os acababan de pillar.

Salisteis en segundos después, como si nada hubiera pasado. Matthew, como pasota que era, abrochándose el cinturón ante los ojos del profesor de Ciencias Sociales.

-¿¡SE PUEDE SABER QUÉ HACÍAIS AHÍ DENTRO!? -Gritó, riñendo.

-Jugando al parchís, profesor, no se altere. -Vaciló tu amigo, y querías reír ante su comentario, pero aguantaste.

-AHORA MISMO AL DESPACHO DEL DIRECTOR, SEÑORITOS.

-Se puede apuntar para la próxima partida si quiere, Señor. -Estallaste en risas, no pudiendo aguantar. El profesor se limitó a sonrojarse y lanzar un par de gritos más para después acompañaros al despacho.

(Para: @China2813)

P: ¿Vuestro signo del zodíaco?

R: Aries :D

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