Tras un día entero de estudios y una hora de gimnasia a las dos de la tarde con todo el calor existente y por existir sobre tu piel, te dirigías a la sala de castigados. Sí, a la sala de castigados. ¿Por qué? Supuestamente fuiste tú quién había tirado el plato del día encima de la rubia más popular del instituto. Te castigaron a ti porque eras la que más cerca estaba de ella (quién se había tropezado sobre si misma chocando contigo) y por no quedar cómo patosa, te echó las culpas. Y claramente, el director va a creer a su hija antes que a una estudiante más.
Entrando por la puerta de la clase de música, que era la actual aula de castigados, echaste un ojo rápido, encontrándote con dos chicas y tres muchachos con caras largas y aburridas frente a la profesora de guardia. Todos miraron en cuanto carraspeaste y habló la Sra. Peters:
-¿No le dijeron que el castigo era a las cuatro en punto, señorita? -Protestó señalando a su reloj de oro barato en la muñeca.
-Por dos minutos no se va a acabar el mundo, señora. -Dijiste exausta. Ya habías recibido bastante regaños por hoy, y querías guardar las fuerzas para las que te quedaban en casa.
-Siéntese, ande.
Miraste a los asientos libres que había en las primeras filas, y decidiste sentarte en una de las esquinas al lado de la ventana. Soltaste la mochila y sacaste uno de tus libros favoritos para leer y hacer que el tiempo pasara más rápido. No eras de leer mucho, pero aquél libro siempre era capaz de hacerte soltar al menos tres sonrisas y cinco lágrimas. Lo leías por cuarta vez desde que lo adquiriste en aquel mercadillo del libro anual en tu pueblo.
Cuándo más centrada te encontrabas en la lectura, giraste la cabeza al notar a alguien sentándose a tu lado.
-Hola guapa. -dijo un chico rubio de ojos azules. Jack Johnson, uno de los componentes de la pandilla más popular del instituto. Tenía fama de aparentar ser un cielo en cuanto en realidad era un vicioso como cualquiera de sus amigos.
-Eh... hola. -Volviste la mirada a tu libro.
-¿Qué tal? -Preguntó agachando un poco la cabeza en busca de tu mirada.
-Muy bien, leyendo, ¿no me ves? -Con estos había que tener cuidado. Tu mejor amiga salió dañada de una relación con uno de esa pandilla. Además, no habías tenido un día muy bueno como comentamos al principio.
-Vaya, alguien está con la regla, ¿no es cierto?
-Tú si que vas a tener la regla por la nariz como no te vayas de aquí. -Dijiste enfadada, mirándole a los ojos.
-Shh. -Silenció la Sra. Peters cuando se levantaba. -Voy a la sala de profesores, el director me necesita para unos papeleos. No salgáis de la clase.
Todos asentían mientras la profesora se marchaba por la puerta con sus cosas entre las manos.
-Esta ya no vuelve. -dijo uno de los chicos. -Me piro, ¿quién se viene?
-Nosotras. -Dijeron todas las chicas que se sentaban juntas menos tú. No querías buscar problemas.
-Y nosotros. -Decían los chicos restantes.
-¿Y vosotros dos de la esquina? ¿Tú, Johnson? -Preguntó el principal. Jack giró su cara hacia ti.
-¿Vienes?
-No, no me pienso meter en más líos.
-Entonces me quedo contigo, porque me das pena y no voy a dejarte sola.-Confesó aleteando sus pestañas. Miró a los demás, negando su marcha.
-¿Perdona? ¿Pena de qué?
-No te enfades, anda. Que era broma.
-Más te vale.
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MAGCON Imaginas
RandomEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...