-¡Estarás bien, pequeña! ¡No te pasará nada, te lo prometo! -Dijo Nash susurrando, con su frente pegada a la tuya mientras sujetaba tu mano fuertemente.
Apenas podías sentir algo. Estabas en el coche de la ambulancia pero era como si todo estuviera nublado y cualquier voz sonara a tres kilómetros de tus oídos. Te dolía muchísimo la cabeza, y notabas una ligera presión pero nada se comparaba al dolor que sentías.
Perdías muchísima sangre. Las lágrimas se precipitaban sobre las mejillas de Nash, algunas cayendo en tu cara, las cuáles pronto limpiaba. Apenas te movías, y él no paraba de llorar preocupado. Había momentos en los que recuperabas un poco más el sentido, y apretabas su mano de vuelta y le sonreías con las fuerzas que te quedaban.
-Quédate conmigo, bebé, por favor. -Suplicaba. -Te quiero con todo mi corazón y alma, nunca lo olvides.
Nash seguía intentando animarte, sin muchas esperanzas, pero las suficientes como para mantenerte cerca suya. Ocultaba todo su temor, apretando tu mano al cierto punto de acerte daño y tener que jadear como muestra de dolor.
Finalmente llegasteis al hospital. Le dijeron que se quedara en la sala de espera, junto a otros desconocidos con cansadas y largas caras de pena aunque con esperanza. Llegó Cameron, su mejor amigo, después de unos minutos, y le consolaba mientras miraba la sala apenado. Los segundos que pasaban, eran cada vez más largos... cada vez más agonizantes y dolorosos. Nash te amaba con todo de él, y llevabais 4 años juntos en los cuáles pasasteis por grandes momentos llenos de risas y lágrimas, bromas y piques, y sí es cierto que estuvisteis en el hospital una vez, pero para algún chequeo y nada más. Nada como esto. Él tenía miedo de perder a la única persona que le hacía sentir vivo.
El reloj de la sala de espera, hizo pasar cuatro horas cuando por fin saliste de quirófano. Nash se levantó rápidamente acudiendo a tu lado en la camilla portátil mientras te conducía un enfermero. Te dejaron en una habitación para ti sola, y allí llamaron a algún pariente tuyo. Tus padres ya venían de camino, ya que Nash les llamó justo al pasarte aquello que nadie se esperaba tan pronto.
Tus padres llegaron, y cuando encontraron tu habitación, corrieron a abrazarte y se lanzaron llorando encima tuya cuidadosamente de no lastimarte. Tu padre miraba algo mal a Nash aunque no tuviera la culpa de nada, y tu madre sólo podía sollozar y acariciar tu cara adormilada. Te sentías como en un sueño. Como en un enorme vacío... en la nada, cosa que no se puede explicar porque eso indica su nombre: en la nada no hay nada. Podías percibir cualquier estímulo externo pero no podías reaccionar. Quizá estarías en eso a lo que llaman "coma".
Tus padres fueron llamados por el médico, y Nash no se apartaba de tu lado mirando tu rostro muy preocupado. Cameron estaba a su lado, acariciando su hombro y a la vez tu rodilla.
-¡No! -Se escuchó una desgarrada negación, seguida de grandes sollozos y lágrimas por parte de tu madre proviniendo del pasillo.
-¿Qué ha pasado? -Preguntó Nash una vez entraron tus padres por la puerta.
-Venid, os lo contaré, chicos. -Tu padre hizo un gesto, así llamando a Nash y a Cam a la vez.
No sabías que pasaba. No dejabas de percibir aquél gran vacío y agudo dolor, sólo escuchando las lágrimas y rezabas por despertae y poder decir que estás bien con tal de no oír a tu madre llorar, ya que era lo peor que podía haber en el mundo. Nash entró por la puerta a paso lento, fijándose en cada centímetro de tu cuerpo tendido. Se volvió a sentar a tu lado.
-Nunca te dejaré, pequeñaja... nunca.
[...]
Pasaron seis meses de terrible dolor, sufrimiento y asquerosos líquidos entrando en tu cuerpo. Seguías dormida, pero Nash venía todos los días a verte, igual que tus padres. Si había un día en el que tu novio no acudía al hospital, al día siguiente venía el doble de horas y solamente para contarte y hablarte de tonterías de su día a día pero que siempre fueron de lo más interesante para ti.
ESTÁS LEYENDO
MAGCON Imaginas
RandomEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...