Era la noche de uno de los partidos de fútbol más importantes del país y Matthew y tú os encontrabais debatiendo sobre qué equipo ganaría. La noche iba pasando, mientras el partido se retransmitía en directo, hasta que al final, salieron los resultados y el equipo por el que apostó Matt ganó.
-¡Te dije que iban a ganar! -Gritó mientras se levantaba del sofá para saltar y tu hacías lo mismo pero para quejarte.
Matt te envolvió con sus brazos, saltando se alegría.
-Ya, ya. -Rodaste tus ojos.
-He ganado la apuesta. -Dijo con picardía en su cara.
Él siempre tenía ideas y otras cosas absurdas, sabría Dios con qué vendría ahora.
-¿Qué tendré que hacer ahora? -Preguntaste riendo.
Matt cogió tu mano, y te dirigió tras él hasta el piso de arriba para entrar a su habitación. Tan pronto como abrió la puerta pudiste ver los pétalos de rosa y velitas encendidas por toda la habitación.
-¡Sorpresa! -Dijo, haciendo que entraras delante de él al cuarto.
No sólo era el día del partido, sino vuestro aniversario por los diez meses cumplidos como pareja. Sabías que hoy era vuestro día, pero habías estado más concentrada en el partido que en saber qué podríais hacer los dos hoy.
-¿Pensabas que lo había olvidado, no? -Preguntó Matt dirigiéndote a su cama.
-Dios mío, es todo precioso, Matt. -Dijiste con una enorme sonrisa en tu rostro.
-Felices 10 meses juntos, reina. -Dijo levantándose para coger unas cuántas películas.
Caminó hacia ti, para saber cuál era tu elección pero decidiste que no querías ver una película, que te apetecía mejor escuchar un poco de música y relajaros así que Matthew asintió sin escrúpulos. Puso la música, y apagó las luces. Se volvió a colocar delante de ti, y extendió sus mano.
-¿Me concede este baile, humilde dama?
Reíste y cogiste su mano. Te acercó a su cuerpo. Rodeaste su cuello con tus brazos y él reposó sus mano en tu cintura. Te daba vueltas por la habitación como a una princesa mientras bromeaba y compartíais risas en lo que duraba la canción. Cuando terminó, juntaste tus labios con los de Matt. Lo que empezó siendo un beso normal, terminó elevando su tono.
Pegaste un pequeño salto, haciendo que Matthew apoyara sus manos detrás de tus muslos para sostenerte mientras enroscabas tus piernas a sus caderas. Te llevó a su cama, dónde te tumbó mientras seguía besándote.
Retiró tu camiseta de tu cuerpo e hiciste lo mismo con la suya. Matt ahora mismo te deseaba tanto como tú a él. Besaba tu cuello mientras sus manos exploraban tu cuerpo, así en una de sus aventuras, encontrándose con tus pantalones. Desabrochó el botón, y deslizó la mano dentro de tus bragas para acariciarte, y posteriormente meter un par de dedos dentro de ti. Sentías que tus paredes se estrechaban, y mientras él seguía besando tu cuello, y gemías por más. Pediste que entrara en ti junto a su oído, aunque Matt rechazó la propuesta esperando para después. Jugaba contigo. Sus labios se deslizaron hasta tu bajo vientre, dónde te retiró los pantalones para después hacer lo mismo con tus bragas. Besó tu clitoris suavemente, para luego contornarlo con su lengua, volviéndote loca. Añadió a la tortura sus dedos de nuevo los cuáles movía rápido rompiendo cualquier paz que hubiera, provocando gemidos más sonoros de tu parte.
-Te necesito. -Rogaste.
Matt seguía moviendo sus dedos dentro de ti. Su boca volvió a subir a la tuya.
-Creo que ya estás suficientemente estrecha. -Sonrió mordiendo su labio.
De una manera realmente rápida, sus pantalones salieron volando. Matthew entró en ti, y no esperabas que lo hiciera con tanta decisión y tanto poder. Pronto el dolor se convirtió en gemidos placenteros. Ambos sincronizabais vuestros cuerpos, alternando las velocidades. Los segundos se convertían en minutos que pasaban mientras él seguía bombeando y podías jurar que esta cerca puesto que sus embestidas cada vez eran más duras y rápidas. Matthew se corrió dentro de ti, gimiendo en tu oreja mientras mordía tu lóbulo.
-¿Te vas a correr para mi, bebé? -Preguntó para volver a acelerar sus movimientos antes de salir de ti.
Llegó a tu punto clave, haciendo que gimieras su nombre con fuerza. Ahora tus líquidos envolvían a su miembro. Sonrió para besarte la nariz, y se tumbó a tu lado.
-¿Quieres un chocolate? -Dijo cogiendo una pequeña caja de su mesilla. Reíste.
Encendió la televisión, os tapó con las mantas y allí os quedasteis. Disfrutando de la compañía del otro durante el resto de la noche.
(Para: @xFxckmeGrierx)
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MAGCON Imaginas
RandomEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...