Jack Gilinsky {Cute}

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Estaba un poco triste. Había hablado con Jack los últimos meses por un móvil o un ordenador y le echaba de menos. Echaba de menos sus abrazos, sus tonterías, las discusiones por nada, su perfume... a él en su totalidad.

Era mi cumpleaños y sí, aunque ya lo hubiera celebrado con mis amigos por la tarde, Jack no estuvo. A veces, llegaba a odiar de verdad aquellos tours por el país de no ser porque hacen feliz a la gente. Me felicitó desde el avión, pero nada más allá de eso. Le quería, y aunque a veces llegara a plantearme la idea de que pudiera engañarme con alguna fan, sabía que no sería capaz porque nunca ha sido de ese tipo de chicos.

Caminaba a casa, volviendo del bar dónde hicimos la fiesta. Quedaban unas dos horas para terminar el día, y ya no tenía ganas de nada más. Finalmente llegué, y sacando las llaves para abrir la puerta, oí movimiento dentro de la casa. Deberían de ser mis padres, supongo. Aún así, abrí lentamente.

-¡Sorpresa! -Gritó Jack lanzando un puño de confetis al aire, llenando así el suelo.

-¡Jack! -Me lancé contra él como de rápido cayeron los últimos papelitos. -¡Has venido!

-Sí, cielo, me he podido escapar una noche. -Me abrazó fuerte, con miedo de que me separara, así que le devolví más fuerte aún el abrazo.

-Nos vamos a morir asfixiados. -Reí costosamente, él me imitó y nos soltamos.

-Te he echado de menos.

-Yo también.

¿No es un amor? Este chico me gustaba cada día más. Vino desde Dios sabe dónde hasta mi casa para pasar conmigo las dos últimas horas de mi cumpleaños. Y eso que seguramente mañana tendría otro evento.

-Cierra los ojos. -Me dijo.

Miré a la puerta, la cuál seguía abierta. La fui a cerrar y me di la vuelta caminando despacio hacia él con las manos tapando mis ojos.

-Sabes que no hacía falta, ¿verdad?

-Seguro. Siempre se dice eso. -Rió. Su risa era preciosa, era una pena no poder escucharla en vivo todos los días. -Date la vuelta.

Me giré para darle las espaldas. Apartó mi pelo hacia un lado. Besó mi nuca suavemente, y acto seguido pasó por delante de mi cara sus manos, para atar al cuello lo que parecía ser un colgante. Era de algún tipo de metal, ya que pude notar el frío de la cadena.

-Ya puedes mirar. Felicidades, sweety.

-Es precioso Jack... -Me miré al espejo que teníamos en el salón, y que justamente estaba delante mío. Jack rodeó mi cintura con sus fuertes brazos y apoyó la barbilla en mi ombro.

Era una fina cadena que tenía un corazón de plata colgando de ella. Se podía abrir, y perfectamente se leía a un lado del corazón que ponía "Te ama, y siempre tuyo; Jack G" y al otro había una diminuta foto de nosotros dos. Nuestra primera foto como pareja.

-Es más que precioso. Cómo tú. -Me giré para acariciarle la cara y besarle apasionadamente.

-Me alegro de que te guste. -Dijo cuándo nos separamos.

-Gracias. Por todo. Por venir hasta aquí y pasar conmigo las últimas horas de mi cumpleaños. -Confesé, acariciando su pelo con los brazos cruzados alrededor del cuello.

-No hay de qué. No me lo perdonaría si faltara a tu cumpleaños. -Sonrió.

-Qué amable. -Burlé riendo.

-Hablando de amabilidad... -su voz se tornó ronca. Y bajó la cabeza para besarme el cuello y juguetear con sus labios mi oreja. -Hay otro regalo.

-¿Cuál? -Susurré, con la piel de gallina.

-Está en tu cuarto. Concretamente en tu cama. -Susurró picaramente.

-No puedo Jack, estoy con la regla. -Se separó para mirarme a los ojos.

-¿En serio? -Dijo preocupado y confuso. Intenté aguantar, pero pronto estallé en risas. -Mala.

-Era broma, pero, ¿y mis padres? -Dije limpiando una pequeña lágrima.

-A mi me han dicho que como si no estuvieran en casa. Sabes lo liberales que son. De hecho, ha sido tú padre quién me ha insinuado hacerlo. Me ha ofrecido dinero para ir a comprar una caja de condones. -Estallé en risas, ya que no era la primera vez que sucedía. Mis padres, por suerte, eran bastante "enrollados" con esos temas.

-¿Vamos arriba entonces? -Preguntó después de las risas. Cuando le entraba el calentón, no pensaba en otra cosa. Como cualquier otro hombre (o mujer), supongo.

-Claramente. -Me desabroché el botón del pantalón y dirigí mi mirada a la suya. Sonreía. Yo también sonreí.

(Para la mejor: @xxPOPITASJUNIORxx)

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