MAGCON Imaginas

Nash Grier {Cute}

Después de pasar el día entero con tus mejores amigos, entre ellos Nash Grier, fuisteis a su casa para pasar la noche.

-¿Qué quieres hacer, Raquel? -Dijo colocándose una camiseta limpia, ya que anteriormente había jugado al baloncesto.

-No sé, no creo que podamos hacer mucho. -Respondiste refiriéndote a sus padres, quienes solían estar arriba o en la salita de estar.

-Tenemos la casa entera para nosotros.

-Pues veamos una película.

-¿De terror?

-¡Cómo lo sabes! -Reíste.

Preparaste unos snaks, el sofá con sus cojines y cogiste una manta. Te sentaste, dejando los aperitivos en la mesa y te recostaste para acurrucarte a Nash. Os tapaste a ambos con la manta.

-¿Asusta mucho? Ya sabes cómo me pongo con una que sea de terror excesivo. -Advertiste.

-No te preocupes, Raquel, no es tan aterradora. -Respondió según empezaba la película.

A medida que avanzaba la película, cada vez daba te más miedo. En una escena típica de suspense que segundos después te da el susto inesperado, pegaste un salto, asustandote. Pegaste la cabeza al cálido pecho de Nash, cerrando los ojos y agarraste la manta como si de tu vida se tratara. Nash sólo movía la cabeza, pareciendo reírse ante tu susto.

Después de la película, seguías pegada al cuerpo de Nash para levantaros y hacer algo más.

-¿Vamos a salir mañana? ¿Hay algo que hacer o simplemente lo que se presente? -Preguntó acariciando tu pelo suave.

-Eh, iba a ir con Dylan a la piscina...

-Oh. -Murmuró, algo decepcionado.

-¿Qué pasa? -Preguntaste.

-Es sólo que... -Se trabó. Le miraste a sus ojos, los cuáles miraban la pared vacía. -Siempre estás con él, apenas conmigo. -Te miró fugazmente, para volver a apartar la mirada. Te incorporaste, mirándole recta y confusa. -Es cómo si siempre fuera un segundo plato. -Continuó.

-Te pido perdón si así te has sentido, Nash. Sólo salimos a dar vueltas, hemos sido amigos desde hace años. -Explicaste. Acariciaste su brazo.

-Puedo parecer un celoso, Raquel, pero lo estoy porque...

Dejó escapar un gran suspiro y te miró a los ojos. Nash abría sus labios para hablar pero las palabras no salían. Se acercó a ti, empujando tu cabeza por tu nuca y juntó vuestra frentes.

Te colocaste delante de él, recta. Presionaste tus labios contra los suyos, ya que sentías aquella necesidad.

-Raquel... -Paró el beso.

-¿Sí? -Susurraste en sus labios.

-Estoy celoso porque te he querido desde la primera vez que mis labios se posaron en ti. -Dijo, con su voz decayendo.

Sobre este tema ya te habías hecho una pequeña idea. No podías saberlos al cien por cien, porque no podías leer mentes, pero que lo dijera era de esperar. Sabías que algún día terminaría admitiéndolo.

-Lo sabía. -Le dijiste, colocando ambas manos en sus mejillas. Y volviste a besarle.

-Yo también te quiero, Nash. -Dijiste sonriendo en sus labios.

Nash volvió a juntar vuestros labios, dejandoos sin aire entre vuestros cuerpos. Primero te besó delicadamente, aumentando el ritmo, para terminar besándote apasionadamente durante un tiempo.

-Sé mía. -Susurró contra tus labios, rogando. Tu decisión era obvia.

(Para: @AngelCaidoDePatch)