La boca de Matthew atacó la tuya, comenzando un apasionado beso después de empujarle suavemente hacia la cama, dónde al caer, atrapaste su cintura con tus piernas para mover tus caderas hacia las suyas, provocandole un suave jadeo. Reíste mientras le besabas.
-Eres tan adorable. -Dijiste.
-No digas que soy adorable cuando tratas de ser una diosa del sexo. -Murmuró en una voz baja.
-¿Diosa del sexo? ¿Yo? Creo que no. -Respondiste, volviendo a juntar tus caderas a las suyas.
-Para, anda. Mis padres volverán pronto. Han llamado hace un rato para decir que estaban al llegar.
-¿Y qué? Tenemos al menos 10 minutos, podemos estar listos en eese tiempo. -Planeabas mientras le provocabas. Sentiste como su miembro crecía. -Sé que quieres esto tanto como yo, o más. Venga. -Suplicaste.
-Dios. -Gimió. -Si no estuvieras tan jodidamente caliente...
Le besaste de nuevo, con decisión, agarrando el borde de su camiseta para en segundos, deslizarla por su cabeza. Él hizo lo mismo con la tuya, al igual que ambos pantalones que huyeron en seguida. Le acariciaste por encima de la tela, haciendo que jadeara desesperado.
Matt comenzó a besar y a succionar tu cuello, dejando un par de marcas. Recorriste tus manos bajo su esculpido pecho, parando en su cintura. Besaste gentilmente su vientre bajo, retirando los calzoncillos de su cuerpo. Cogiste su miembro entre tus manos para menearlo. Él gemía pidiendo que pararas aunque sabías que podría estar así un buen rato y le encantaba.
Te dio la vuelta, y ahora fue él quién retiró de ti tu lencería, introduciendo dos dedos en ti y moviéndolos de adentro a fuera con rapidez. Después de unos segundos, sustituyó sus dedos por la lengua, saboreandote, a lo que arqueabas la espalda.
-Me encanta que te mojes tanto para mi, bebé. -Se apartó para coger un preservativo, y le paraste, haciendo que te mirara confundido.
Le sonreíste, volviendo a coger entre tus manos aquél gran y fuerte miembro para introducirlo en tu boca. Le miraste mientras hacías aquél pequeño trabajo, cosa que le volvía loco. Antes de que se corriera, sacaste su miembro de tu boca y le volviste a tirar sobre la cama para colocarte encima.
-¿Por qué paras? -Gruñó.
Sonreíste, estirándote para coger un condón de su mesilla de noche, dejando tus senos al nivel de sus ojos, a lo que Matthew aprovechó para masajearlos através del sujetador. Le colocaste tu misma el plástico. Él volvió a darte la vuelta, quedando arriba.
-Oh, no. Esta noche no. Hoy yo arriba, ¿entendido?
-Mierda. Eres todavía más sexy queriendo el control.
-Vamos allá. -Murmuraste, alineando su miembro con tu entrada.
Suavemente te dejaste caer sobre él, dejando que tú misma te ajustaras a su longitud antes de empezar a realizar los movimientos repetitivos que os llevarían a la gloria. Te movías de arriba hacia abajo sobre él, con tus manos en su pecho para mantener tu equilibrio. Usó sus manos para masajear tus pechos y besaste su cuello cada cierto tiempo. La habitación se llenaba de gemidos y respiraciones aceleradas mientras la cama se quejaba de tanta acción constante.
-Joder. -Gemía. -Joder, estoy cer-
La puerta de Matt se abrió, chocando contra la pared. Suspiraste. No te habías dado cuenta de que habían pasado más de quince minutos. No sabías que hacer, no querías separarte de Matt para mostrar a sus padres su erecto miembro, pero...
-¡FUERA! -Gritó Matthew.
Sus padres miraban perplejos, aunque rápidamente volvieron a cerrar la puerta.
-Deberías irte a casa ya, chica. Ahora. -Ordenó su padre através de la puerta.
Te apartaste de Matt, pero con sus manos volvió a hacer contacto, evitando que te movieras.
-Déjame terminar. -Pidió.
Sonreíste, pero decidiste parar. Matthew gimió de desesperación por la falta de contacto.
-Será mejor que me vaya, tu padre nos va a matar.
Él no contestó, pero seguiste colocándote tu camiseta. Te pasó tus bragas y te sonrojaste, poniéndotelas junto a tus pantalones. Te dedicó una sonrisa, mirándote para besar tu frente.
-Te quiero. -Dijo.
-Yo también. -Susurraste, recogiendo tus últimas cosas para irte, y estando de espaldas, Matthew dejó una palmada en tu trasero.
Agitaste tu cabeza. Con rápidez y en silencio caminaste hacia la puerta de la casa.
-¿Hola? ¿Alguien en casa? -Preguntaste, al entrar en tu casa.
Nadie contestó, y al entrar en la cocina, una pequeña nota posaba sobre la nevera:
Hemos salido a cenar y ver una película, volveremos a eso de las 11.
Te quieren,
Mamá y papá.Justo después, tu teléfono comenzó a sonar. Leíste en la pantalla el nombre de tu amante. Sonreíste culpable antes de cogerlo.
-Estoy solo en el baño y sigo igual de duro y desnudo. Si sigueras aquí, ¿qué me harías? -Dijo con voz lenta y tranquila.
-Por dónde puedo empezar... -Contestaste caminando hacia tu cuarto.
(Para: @tropicxgilinsky)
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MAGCON Imaginas
RandomEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...