¿Por qué?

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La vida está llena de preguntas sin respuestas.

¿Por qué tuve que conocerlos? ¿Por qué estaba en el camino de mi vida tener ídolos en mi adolescencia? ¿Por qué no puedo ser una chica más a la que sólo le importan las fiestas y ligarse a chicos escuchando música aleatoria sin conocer a los artistas?

Dicen que el mal es lo que siempre reinará porque no hay luz que destelle si no hay oscuridad.

Con eso quiero decir que una razón mala siempre influirá más que tres razones buenas, y evidentemente depende de la persona, pero yo estoy hablando por mí misma. Me he dado cuenta de que me engaño, y lo hago constantemente. Vivo, desde pequeña, en un mundo construido por mi misma dónde los muros interiores están pintados con múltiples y bonitos colores mientras por fuera son negros como el carbón. Desde pequeña he sido alguien solitaria, y hubo una época dónde pensaba que no me hacía falta nadie, y ahora me vuelvo a dar cuenta de cuánto me engañé.

Y como cualquier otra persona, soy una adolescente hormonada y esto significa la etapa más importante de la vida de una persona. En esta etapa, nos descubrimos más que nunca, somos capaces de percibir los estímulos de todo lo que nos rodea, así como el amor, la amistad, el dolor, etc. Ya nada es lo mismo como cuando nos sentábamos delante de la televisión a ver nuestros dibujos animados preferidos, o cuando salíamos al parque y nos hacíamos amigos del primer niño que pasaba. Ahora, somos capaces de saber qué nos podría convenir y qué no.

Y yo, por ejemplo, no supe si me convendría para bien o para mal conocer  lo que es el mundo de Internet. Quizá es la evolución, pero hay veces que preferiría haber evolucionado a una adolescente que sólo necesita internet para enterarse de los cotilleos ajenos y saber la última conexión de mi amado. Pero no, tuve que ser una adolescente la cuál no tenía amigos que la sacaran de casa, y eso conllevó a que me descargara la aplicación, que apenas nadie de su entorno conocía, y la descubrió por casualidad.

Recuerdo haber descubierto un hermoso chico en Instagram y empezar a seguirlo. Anunció una nueva red social dónde se podrían hacer vídeos de 6 segundos en los cuáles podías hacer lo que se te antojara, y allí también le empecé a seguir. Más tarde conocí a varios más, entre ellos un chico de preciosos ojos azules que no sabía que entre él, el muchacho de Instagram y un par más, me llevarían al comienzo de un evento que cumpliría millones de sueños y sacaría millones de sonrisas.

Recuerdo no querer decir nada en mis redes sociales por miedo a que más gente les descubriera, y por fin supe lo que era el significado de "mi pequeño secreto" como muchas fans de otros fandoms presumían. Año y meses después, ahí están, creciendo y creciendo junto a nosotras. Y es cierto que me han hecho reír en momentos malos, y que me han ilusionado múltiples veces. Pero nadie me dijo que también dolería.

Porque me arde el corazón cuando ellos han tenido un mal día y lo publican. O peor es cuando no dicen nada pero se les nota en la mirada. Porque odio pensar que para ellos soy una más y para mi son indispensables. Porque duele pensar en ellos haciendo sus vidas con alguien que no sea yo, y no las culparía a ellas, ya que no tienen la culpa de nada (menos algunas que sí tienen motivos para caer mal) puesto que no las odio a ellas, odio que no sea yo la que estea en su puesto. Y muchísimas más cosas.

Y hoy, he vuelto a caer. ¿El por qué? Uno de ellos ha llegado a mi país hace escasas horas, y no estaba allí esperándole con los brazos abiertos. Tampoco le culpo a nadie, porque tengo mis motivos, pero prometí algo que no he cumplido "cuando vengan por primera vez, estaré allí para recibirles con la mayor sonrisa que jamás habrán visto". Porque me he imaginado ese día millones y millones de veces, y aunque todo se complicó después de la ruptura de Magcon, han hecho muy mal avisar la llegada de uno de ellos una semana antes. Que no veo justo que sorteen un Meet&Greet con un número de plazas limitadas puesto que todas tienen derecho a abrazar a una de las personas más importantes para si misma sin dinero de por medio.

¿Por qué? ¿Por qué tuve que conocer a unos chicos que se harían tan importantes para mi? ¿Por qué no puedo estar allí junto a las demás chicas gritando su nombre? ¿Por qué después de esperar tanto tiempo, simplemente, no puedo?

Y es que este tipo de motivos malos me hacen replantearme muchas cosas. Quizá hubiera sido mejor nunca haberles conocido, y de ser así no tomarme sus existencias como algo indispensable. Quizá hubiera sido mejor dejarlos cuando pude. Que si esta promesa no se ha cumplido, y la fallé, ¿quién me dice que no fallaré la siguiente? "Toda espera tiene su mérito" ¿Casi dos años esperando no es suficiente? "Los sueños se cumplen" ¿Y si sólo lo decimos para auto engañarnos en algunas ocasiones y no pensar que jamás tendremos esa oportunidad? "Algún día los conocerás" ¿Y si ese día ellos ya no están haciendo tours, o han crecido y ya no se andan con tonterías de redes sociales, o si ya tienen una familia a la que cuidar antes que a cuatro fans o simplemente han fallecido? ¿Y si me ha pasado algo a mi? Hay que aprovechar el ahora, porque de mañana no sabemos nada. Y yo, no he sido capaz de tener el ahora.

Y lo peor es que habrá gente que no se merece estar en los que serían nuestros puestos, disfrutando del espectáculo y pudiendo alardear de que han conocido a un chico famoso y lindo.

¿Por qué me ha tocado a mi sufrir el fanatismo? ¿Por qué idolatro a personas que nunca sabrán de mi? ¿Por qué no puedo desengacharme?

¿Por qué?

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