Vaya día llevaba, madre mía. Mejor no me voy a entretener pensando en lo que haya pensado y me voy a centrar en pasarlo bien durante un rato con mis amigos. Era lo mejor que podía hacer ahora mismo. Un poco de vida social me haría olvidar todos los rollos de esta mañana.
Llegué a la casa que teníamos alquilada al lado un lago para verano. La habíamos conseguido para dos semanas, y allí conviviamos las quince personas que éramos. En otras circunstancias hubiera pensado que la cosa no pasaría de tres días, pero todos llevábamos como amigos al menos un año y medio y nos éramos cómo hermanos la mayoría independientemente de los que tenían las parejitas formadas.
Me adentré en la casa, en la cuál retumbaban las paredes por la alta música que tenían puesta. Ya estaban Dillon y Mahogany de Dj's otra vez... saludé a todos los del salón principal, los cuáles estaban con sus móviles, ya fuera escuchando música, texteando o haciendo cualquier tontería. Ya podéis ver la vida social que hay en esta casa.
Me senté al lado de Aaron, y no voy a negar que nosotros éramos una de las excepciones en cuanto a parejitas internas del grupo.
-Hola a ti también, eh. -Le quité un auricular con el dedo mientras ponía mis piernas encima de las suyas y me recostaba en el almohadón.
-Perdona cielo mío de mi corazón. -Sonrió estirándose para revolverme el pelo, y después apoyar su cabeza en mi barriga.
-No me seas pasteloso. -Puse mis pelos en condiciones. -Y cómo me vuelvas a tocar el pelo, te la corto con las tijeras oxidadas que hay en la caseta del jardín.
-Oh, señora, perdone una vez más. ¿Y qué es eso de pasteloso?
-Una palabra que se me ha pegado de una amiga. Significa que dejes de ser tan empalagoso, o bien que dejes de cagarla. Depende de la frase.
-Joder. Un poco más me dices aquí el diccionario entero. -Rió.
-Que pastel.
-¿La he cagado?
-Lo has pillado. Aprendes rápido. -Reímos los dos.
-Atención a todos. -Gritó Taylor. Atendimos. -Me han entrado ganas de una pizza primavera familiar para mi sólo, pero no me apetece pagarla. ¿El primero que hable paga ronda para todos?
Ya estábamos otra vez con las apuestas. Yo nunca había perdido en este tipo de juegos o apuestas. Quizá me quedaba al borde de perder, pero nunca ocurría. Aceptamos todos y después de la cuenta atrás, en la casa reinó silencio. Solamente sonaba la fauna de afuera, y alguna que otra canción proviniendo de un móvil.
Le besé la mejilla a Aaron, y me levanté. Fui afuera, y me senté con las chicas en un banco que miraba al lago, y estaban riendo con sus móviles en la mano. Una de ellas, me señaló el móvil que reposaba en el bolsillo de mis vaqueros, y lo cogí.
Hablaban por el grupo que teníamos hecho sólo para las chicas.
Paula: "He tenido una buena idea, eh"
Yo: "Eres muy lista tú, oye"
Mary: "JAJAJAJAJAJA"
Yo: "JAJA esto parece una conversación de tontas"
Paula: "Lo somos, tampoco hay mucho de lo que hablar"
Mary: "Las apuestas de Taylor suelen ser las peores. Se le ocurre de todo. Y yo que soy alguien que me gusta hablar y no puedo..."
Yo: "Tú es que nunca te callas, Mary"
Mary: "¿Qué pasa? Soy una persona de palabras"
Paula: "JAJAJAJAJA"
Yo: "Me voy a beber agua, anda. Venía a ver qué hacíais. Ahora nos vemos, amorcines"
Dejé el móvil en mi bolsillo otra vez y entré a la cocina por la puerta de atrás. Allí estaba Aaron de espaldas a mi. Decidí acercarme en silencio, y nunca mejor dicho.
Pasé las manos por sus costados y las uní delante de su ombligo, apoyando la cabeza en su espalda. No hizo falta que se girara para saber quién era, pero lo hizo, y dado la vuelta, apoyé ahora la cabeza en su pecho y me rodeó con sus brazos.
Podía pasarme la vida así junto a él. La verdad es que entre nosotros siempre hubo algo, pero ninguno se atrevía a decir lo que sentía por el otro, no al menos oficialmente. Nos habíamos acostado un par de veces, y besos había muchos de por medio, pero significaba más que un juguete sexual para mi, y esperaba que yo también fuera más que eso para él.
Le miré a la cara y me sonrió. Me mordí el labio, y él levantó las cejas insinuando. Me reí. También me separé de él para coger el vaso, llenarlo de agua y bebermelo. Mientras inclinaba la cabeza terminando el fluido del vaso, Aaron colocó sus manos en mi cintura, y me besaba el cuello lentamente. Casi escupo el agua y me atraganto allí en medio. Tragué. Cogí un lápiz perdido encima de la encimera y una servilleta.
"¿Qué haces?" Pregunté escribiendo.
"Nada que tú no quieras. Te espero arriba. Veamos quién pierde primero." terminó y se fue, pisando algo más fuerte de lo normal las escaleras para que fuera tras él.
Después de subir y entrar a la misma habitación que él, me quité la camiseta mirándole. Cerré la puerta con pestillo. ¿Quería caña? Vamos a dársela. Me miraba fogoso desde la cama, y me acerqué. Me coloqué de pie en medio de sus piernas, sonriendo. Él también sonrió y acto seguido, besó lentamente mi vientre mientras acariciaba mi espalda.
Se puso de pie, me cogió, y me tiró a la cama. Entre besos y roces, nos quitamos la ropa, quedando desnudos y expuestos. No me daba vergüenza puesto que ya había tenido momento así con él, además que teníamos bastante confianza. Se colocó el preservativo.
Acariciaba mi entrada con su gran miembro. Me estaba matando, y necesitaba ya sentirlo dentro de mí. Subí las piernas a su cintura, e incliné el vientre buscando su contacto. Con mis manos arañaba suave su espalda, y con mis labios me encargaba de besar todas sus pecas y lunares del ombro mientras él se encargaba de mi cuello. Sentía su sonrisa, la cuál capturaba el lóbulo de mi oreja alguna que otra vez. Levantó la cabeza para mirarme, preguntando con sus ojos si estaba preparada, asentí desesperada. Entró bruscamente, haciéndome notar qué él también se moría por el contacto. Aceleró sus movimientos, era rudo pero con cuidado. Entraba y salía, entraba y salía, entraba y salía... era una granada a punto de explotar. Se apoyó en una mano, mientras que la otra la bajó a mi sexo para acariciarme el clítoris, acelerando el tiempo de la explosión final. Mordía mi labio para no gritar, y Aaron repetía mi proceso. Finalmente, alentó sus movimientos y podía sentir su miembro latiendo feroz contra mis paredes que se contraían rápidas.
-Oh, por dios... -gritaba Aaron.
-Aaron, joder. -Gemía yo después de él.
Descansó su cuerpo encima del mío, ambos respirando agitados.
-¡Ha perdido Aaron! ¡Lo dije! Mi dinero, Matt. -Se escuchó a Carter decir.
-¿Estáis detrás de la puerta escuchando, en serio? -Pregunté gritando avergonzada aunque algo molesta también.
Mi respuesta fueron dos pares de zapatos correteando pasillo abajo riendo.
-Has perdido, cariño. Te toca pagar ronda de pizzas. -Reía mirando a Aaron, mientras me levantaba para vestirme. -Venga, arriba que tengo hambre.
(Para @pottorf_is_mine. ¡Aquí lo tienes después de tanto cielo! Una vez más, disculpa. Espero que te haya gustado :D)
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MAGCON Imaginas
RandomEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...