Tú y tu novio, Jack Gilinsky, erais pareja formal desde hace más de cinco meses, pero todavía no habíais hecho nada sexual puesto que te asustaba mucho el echo de perder la virginidad.
Esta noche, tú y Jack os quedaríais solos porque tus padres estaban fuera de la ciudad y les habías prometido que estarías bien mientras Jack estuviera contigo. Al principio no llegaron a fiarse, pero luego cedieron sin problemas.
Eran las once de la noche y Jack estaba a punto de llegar. Te habías rizado el pelo esa misma mañana, pero ahora que te lo habías peinado simplemente se onduló. Te quitaste cualquier rastro de maquillaje, ya que con Jack estabas confortable de cualquier manera. Aún así, no es que necesitaras especialmente el maquillaje.
El timbre sonó y corriste escaleras abajo para abrir la puerta. La abriste, y te encontraste a Jack con una pequeña cesta de picnic en su mano. Siempre lo hacía todo más romántico para ti, así que no era una gran sorpresa, aunque lo apreciabas.
-¿Qué es todo eso? -Preguntaste con una gran sonrisa en tu cara. Tu sonrisa era lo que más le gustaba de ti.
-Sólo quería sorprenderte bebé. -Le abrazaste para luego dirigiros a tu habitación.
Jack abrió la caja de picnic para colocar las cosas, mientras tú fuiste al baño a colocarte una ropa más confortable. Te colocaste unos pantalones de deporte y una camiseta de Jack que se la robaste un día estando en su casa. Volviste a tu cuarto y Jack estaba sentado en el suelo con todo correctamente colocado sobre la alfombra.
-Qué dulce eres, Jack. -Dijiste mientras te sentabas. Sonrió y comenzasteis a comer y hablar sobre vuestro día.
Te comías un plátano cuando Jack empezó a mirarte de una manera extraña. Miraste un poco más abajo, y observaste como su pequeño amigo empezó a querer salir de su jaula.
-¿Te has empalmado porque me haya comido un plátano? -Reíste.
Jack te miró con lujuría, haciendo que saltara sobre ti para besarte con pasión. Su lengua entró en tu boca, luchando por el dominio de la situación, cosa que ganó Jack. Finalmente, os tumbasteis en la cama para seguir con los besos. Paró un momento para mirarte, con sus ojos más tranquilos.
-Si no estás lista... podemos esperar. -Le besaste una vez más.
-No es justo para ti. Tengo que parar de ser una pequeña estúpida asustada. Estoy preparada. -Él sonrió.
-No eres una estúpida asustada, solamente que no estabas preparada... pero ahora sí. -Una sonrisa adorable pero con una pizca de maldad se dibujó en su rostro.
Apartó uno de tus mechones de pelo de tu cara y acarició tu cuerpo. Conseguiste retirarle su camiseta, y él emitió lo mismo pero contigo. Vuestros besos eran violentos y tus caderas buscaban las suyas. Estabas nerviosa pero aplicabas a la práctica lo que tus amigas te enseñaron de teoría por si este día llegaba.
Besó tu estómago, bajando en línea recta hasta acercarse a tus caderas, tentando. Aquello hacia que cada toque de sus labios con tu piel, por la cercanía, enviara pequeños rayos de escalofríos hasta tu centro. Apartó un poco tus pantalones para seguir bajando aunque paró, haciendo que te quejaras.
-Jack... -Advertiste.
-Iba a pedirte permiso, pero ya veo que no hacia falta parar. -Sacó los pantalones que llevabas, y sonrió. -Tienes un cuerpo increíble, Michelle.
Le agradeciste y con un par de movimientos conseguiste colocarte encima de él. Jack pasó sus grandes manos por tus nalgas y gemiste. Notaste como tu humedad crecía, al igual que Jack también estaba listo para pasar a la acción. Te miró y tu asentiste, sabiendo de qué iba todo, sobrando las palabras. Volvió a tumbarte en el colchón, y deslizó tu ropa interior hasta lanzarla por ahí. Repitió lo mismo con tu sujetador, y con sus propios boxers, acto seguido, para colocarse el preservativo. Abrió tus piernas gentilmente.
-Cielo, ¿estás segura...? -Preguntó cauteloso.
-S-sí. -Estabas muy nerviosa ahora mismo.
-Va a doler un poco al principio, así que si no lo soportas, por favor, dímelo. -Asentiste.
Y con aquellas últimas palabras, se hizo hueco entre los labios de tu sexo, adentrándose poco a poco en ti. Un par de lágrimas lograron escaparse sin tu permiso, y gemiste por el dolor aunque no era tan malo. Tus amigas decían que no dolía tanto, pero sus novios no eran tan fornidos como Jack.
-Perdoname, amor. -Dijo Jack al darse cuenta, limpiando tus lágrimas. -Podemos parar, Michelle...
Negaste y le incitaste a continuar. Una vez tus paredes se acostumbraron al tamaño del miembro de tu novio, comenzó a moverse despacio. Pronto se desvaneció cualquier tipo de dolor, así cambiándose por una increíble sensación de placer. Le pedías que se moviera más rápido, y sonrió para obedecer a tus deseos. Levantó una de tus piernas, dejando así mejor vía libre, pudiendo deslizarse más rápido y fuerte.
El nudo de tu estómago se deshizo, y tu vientre explotó, así como todo tu cuerpo en general. Un par de embestidas después, Jack también alcanzó su orgasmo. Se tumbó a tu lado sin apenas aliento.
-Oh, cielos, ha sido muy bueno. -Dijiste sorprendida y sonriendo.
-Lo sé, y espero que sepas que te amo con todo mi corazón. -A veces se pasaba de ñoño, pero te encantaba en el fondo.
-Yo también te amo, Jack. -Ambos os fundisteis en otro beso.
Después de colocaros un par de prendas de ropa, os acomodasteis para encender la televisión bajo el calor de las sábanas el resto de la noche.
(Para: @michrauhl)
P: ¿Cuál es vuestra película favorita?
R: Yo realmente no tengo película favorita, depende del género, pero si tuviera que quedarme con una sería Million Dollar Baby.
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MAGCON Imaginas
SonstigesEl fin de estos pequeños Imaginas es hacer que durante un pequeño periodo de tiempo, os olvidéis de todo lo demás y sólo penséis en unos de vuestros chicos preferidos y en las variadas situaciones que se podrían dar con ellos. Quizá alguna se haga r...