Estoicismo
Durante dos días estuve en entrenamientos excesivos. Agustín junto a Aida son los únicos que no demuestran algún tipo de solidaridad o amistad con todos, solo se concentran en hacernos sufrir en las batallas y pruebas que disponen a punto de sacarte un pulmón.
En la misión se presentan Jasper, Maggie y Aida. Los demás nunca los he visto en el campo puedo decir que son guardianes, pero no están en la élite o debe ser que estoy equivocada.
—Primera emboscada —grita Jasper entregando un artefacto diminuto y poco visible—. El gran mandatario Müller: empresario, casado y una bella hija; quiero su cabeza en mis manos —demanda colocando los chalecos a cada uno de su grupo—. Mujeres saben que hacer ¡los quiero a todos a las 20 horas en área oeste punto siete!
—¡Como demanda mi Capitán!
Esto es extraño, ellos juran no pertenecer a un rango militar, pero que cada uno les hable de esa manera ya torna distinta la situación. No portan uniforme de soldados, solo negro neutro y botas del mismo color que lo distinguen de los principiantes que son de color azul fuerte eléctrico.
—¡Soldado, policía o cualquier civil que vean; mátenlo! —exige—. ¡Este caso es nuestro, no se dejen descubrir de nadie!
Bajamos de la avioneta con mochilas pertenecientes a cada uno como guardián. Las mujeres nos dan un lugar especifico y llevo mi mente centrada a lo que debo hacer; no puedo flaquear sino mi objetivo se viene al suelo.
—Este es nuestro objetivo —nos muestran una foto con un sujeto pelinegro canoso—. Ya cada una tiene que saber a quién distraer: sin miedo, sin pendejadas, quiero seguridad y sensualidad.
El vestido rojo se pacta a mi cuerpo y el escote de V filada por espalda me moldea la cintura; resaltando mis atributos femeninos. La máscara negra posa en la mitad de la cama con las cintas a su alrededor «puedo hacerlo» me digo a mí misma para aceptar las piedras que se colocan en mi camino. Me coloco el antifaz con el pequeño auricular en la oreja; los ojos delineados de negro resaltan el iris avellano.
Cada guardián se encuentra en su posición y bajo las escaleras del gran salón amplio a la vez que mi vestido muestra mi pierna desnuda y la cola rojiza se desliza en cada escalón. Las miradas caen sobre mí a medida que bajo con la mirada en alto, pero con los nervios en los cielos.
—Actúa sensual e inalcanzable —habla Maggie por el auricular—. Acuérdate; vence tus miedos para matarlos en el proceso.
Busco mi objetivo y alza su copa en mi dirección «asco»
—No te desvanezcas, Isabela —anima Aida en otra línea—. Tú puedes.
Rodeo a Rager como pareja para bailar como lo acordamos antes de la misión y nuestros cuerpos actúan como dos desconocidos, pero con una conexión rápida; paseo mis manos por el cabello mientras miro mi objetivo que no pierde la vista.
—Acércate a Rager —demanda Aida y acerco mis labios a su cuello.
Por su parte hace que gire mi cuerpo quedando frente al objetivo que sonrío coqueta bailando en una sola línea. Así nos mantenemos durante la canción clásica; Müller no despega la vista de mis movimientos y solo pasa escalofríos por mis venas recordando mi pasado «mata ese miedo, Isabela»
—¡Juega con su mente! —habla Maggie
Y fijo mi mirada en sus ojos negros sonriéndole de paso; mi mano por toda la espalda de Rager a su vez que miro sobre su hombro al sujeto que sonríe por mis movimientos.
—Acércate y suelta a Rager —demanda Aida.
Paso mis dedos por la nuca de Rager lamiendo mis labios para soltarme con sensualidad emprendiendo camino hacía el hombre.

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Falacia
عاطفيةEsperar de la vida no es algo que debemos aferrarnos. Confiar en que una persona puede hacerte renacer luego de tanto dolor causado por la maldad que el mundo te ejerce como castigo no tiene precio, terminando con ese mismo sentimiento de dolor, res...