Falacia

CAPÍTULO 30

Roberto Johnson

Crear sustancias que puedan lograr desestabilizar la mente o la razón de una persona te puede llevar a la cima con tal de dominar el mundo lleno de tu inteligencia tanto físico como químico. En descubrir nuevas sustancias te conduce a revelar universos nunca antes vistas o descubiertas por el ser humano; es justo lo que ahora mis manos acaban de lograr.

Inserto en la probeta el extracto de una planta natural con el último compuesto químico; logrando tener algo mortal con solo tocarlo. Sin embargo, no es lo único que tendrá en su composición.

Existen plantas, hongos, hiervas que puedes transformar en algo grande que puede salvar vidas como también destruirla; es exactamente lo que quiero lograr.

Durante años he callado un secreto usándolo a mi favor. No quiero tener sobras como un inicio tenía; ahora quiero todo y cuando digo todo es el mundo bajo mi poder.

—Traigan a la protagonista de esta noche —ordeno y mis ayudantes van en la búsqueda de lo que deslumbra y marcará quien lo tenga en su torrente sanguíneo.

No dejo de mirar el burbujeo que se forma en el precipitado.

Grandes componentes se forman para una sola creación; es magnifico como la ciencia puede lograr grandes cosas con conocimiento, base y práctica.

No me imagino efectos diminutos, sino destrucción masiva albergando ejecución y dominio.

—Aquí está señor —hablan a mi espalda volteando con rapidez.

La flor se encuentra en un envase de cristal rodeada de humo para mantener las toxinas en sus capilares. Verla me llena de ansiedad y orgullo al ser encontrada cuando es difícil su obtención.

—Mi bella flor —susurro colocándome los guantes para sacarla de su contenedor.

Sus hojas contienen grandes toxinas que pueden producir hasta la muerte. Sin embargo, al mezclar otros compuestos puedo disminuir sus efectos que logra ejecutar en pequeños minutos; es tan peligrosa que con tan solo tocarla pueden causar estragos en tu sistema.

—Es momento de deslumbrarme pequeña —saco la textura tirándolo en la mezcla—, no me decepciones.

La creación humana se inició hace millones de año con la evolución de sí misma. Una neurona estás vivo, dos neuronas; ocurren los movimientos; sin embargo, la mayoría de las especies usan su capacidad cerebral de un 5%, pero los humanos un 10% creando nuevos descubrimientos por su intelectualidad. Millones de neuronas por humano, cuando solo son capaces de desarrollar un 10% o poco de ello por su activación.

Mi propósito no es conocer la capacidad en solo ese porciento, sino de lograr un 100% para el manejo de la mente humana o mejor aún, una innovación nociva que no puedas controlar tus sentidos dependiendo de la fuerza en aceptar la droga en tu cuerpo.

Cuando descubrí el poder que pernoctaba su presencia decidí sobrellevarlo a una nueva escala con grandes victorias. No me interesaba nada que solo tenerla en mis manos; fue por esa razón que inicie mi ejecución científica para mostrárselo al mundo.

—Señor...

Alzo la mano para que callen concentrándome en la formación de la sustancia.

Mi primera creación fue el ECAA; diseñada para perder el conocimiento, de pedir más por ella causando estragos en tu sangre transformándote en alguien irreconocible y, mi bella hija fue esa prueba de calidad para ver los efectos que puede causar.

Antes de esa, he creado fármacos nunca antes vistas con resultados a la muerte. No es ni la primera o ultima que he diseñado, tengo principios activos con componentes fuertes y tóxicos dispuestos a ser usado en su momento.