Capítulo 19: Rin ya no está sola

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Mi mirada se clavó por un largo rato en el blanco techo del salón de clases, no entendía cómo no había sacado una mejor nota en el examen de física si había pasado estudiando toda la noche, incluso contaba como repaso las veces que le expliqué a mis compañeros cómo resolver los problemas de vectores. Aunque eso no era lo que más me importaba en ese momento, sino que Sesshomaru y yo iríamos al teatro juntos en la noche, no sabía qué ropa debería usar.

-¿Terminaste de dormir con los ojos abiertos? –Kohaku me hizo salir de mi trance. –Es hora de irnos.

-¿Qué? ¿En serio? Perdóname. –Me apresuré a recoger todas mis cosas.

Caminamos hasta la entrada de la escuela en donde nos teníamos que despedir, ya que yo tomaba el autobús para ir a casa y a él lo iba a recoger su chofer. Nos quedamos unos minutos hablando sobre el examen, en el que por supuesto, él había obtenido la mejor nota de toda la clase. Justo en ese momento recordé que me sentía feliz en la escuela y prácticamente en cada aspecto de mi vida gracias a Sesshomaru. Él fue quien se dio cuenta de que sufría, él fue quien me cambió de escuela, él fue quien me confesó sus sentimientos. Sin embargo, en solo dos segundos todo se vino abajo.

Mis piernas se paralizaron y mi corazón latió con intensidad, no podía creer lo que veía. Abi y dos de sus amigas se encontraban a solo unos metros de la entrada, quienes tanto me hirieron daño y me lastimaron estaban frente a mí de nuevo; y a medida que se acercaban sentía un gran peso en mí.

-Rin, ¿qué tienes? –Kohaku me preguntó angustiado.

-Va...vámonos por favor. –Apenas y podía hablar.

-Higurashi. –Abi me nombró por mi apellido, tan solo una palabra suya bastó para intimidarme. –Al fin te encontré, no sabes por cuánto tiempo te he estado buscando. Lindo lugar, ahora que tu hermana se casó con un millonario ya no podías estar en una escuela cualquiera, ¿no es así? –Dijo mirando alrededor. –Ya entiendo por qué te cambiaste, es mucho mejor que el lugar en donde nos dejaste, con una suspensión de un mes entero, por cierto, tu chofer de pelo blanco es un soplón. –¿Sesshomaru?

-¿Son amigas tuyas? –Preguntó ingenuo. –¿Vienen a visitar a Rin?

-Así es. –Dijo maliciosa. –Ahora si nos disculpas, ¿podrías prestárnosla? Tenemos mucho de qué hablar con ella.

-¿Está bien, Rin? –Me preguntó. Yo quería gritar que no, pero estaba aterrada; solo podía mirarlas con temor sin siquiera parpadear. No quería que Kohaku me dejara sola. Solo alcancé a mover mi cabeza ligeramente a modo de negación.

-Ven con nosotras, Rin. –Abi intentó jalarme hacia ella, pero Kohaku se interpuso.

-Creo que ella no quiere ir en este momento, quizá después. –Dijo un poco más serio.

-Vamos, apártate.

-Apártense ustedes. Ven Rin, te llevaré a casa. –Él tomó mi mano y me llevó con él, pero de repente, Abi tiró fuertemente de mi mochila invadiéndome de terror.

Mi única reacción fue agacharme y cubrir mi cabeza lista para recibir una golpiza como las de aquellos tiempos, pero no pasó nada. Kohaku volvió a interponerse entre las chicas y yo.

-Váyanse o llamaré a la seguridad de la escuela.

-Muévete, idiota. –Le dijo Abi antes de darle un puñetazo en la cara. El golpe lo hizo retroceder un poco pero enseguida recuperó su postura. –Vamos, regrésame el golpe, ¿o no te atreves a pelear con una chica? Muévete si no quieres que te muela a golpes.

-¡Kohaku! –Lo llamó Kanna, una de nuestras compañeras de clase. –¿Qué pasa aquí? ¿Qué le pasa a Rin? –Fue directo hacia mí y me ayudó a levantarme. –¿Quiénes son ellas? ¿Los están molestando?

Nos pertenecemos (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora