-¿Desde hace cuánto estás aquí?
-¿Quieres saberlo realmente?
-¿Qué tanto escuchaste
-¿Segura que quieres saber cuánto escuché?
-Deja de devolverme preguntas, contéstame. –Le ordené con autoridad.
-Perdona, escuché todo. –Idiota. –No quería, debí tocar, pero me quedé paralizado al verte así. En verdad lo siento, Rin.
-¿Y qué no tocas? ¿Crees que porque tu papá es el dueño de este hospital tienes derecho a la privacidad de sus pacientes, Kohaku?
-No, no, no. En verdad no fue mi intención, la enfermera de Souta me dijo que estabas aquí y quería verte, te traía algunos resultados nuevos en el monitoreo de tu hermano y estaba emocionado por dártelos.
-¿Q...qué?
-¡Sí! –Soltó feliz. –Mira... -Se apresuró a recoger los papeles del suelo y se acercó a mí. –Esta noche mostró un comportamiento más activo, mi papá le aplicó estímulos de inmediato y dio respuestas más positivas que otras veces.
-No lo puedo creer. –Seguía llorando, pero mis emociones cambiaron súbitamente.
-Podemos hacer que despierte, Rin, realmente creo que podrás hablar con tu hermano de verdad.
Hablar de verdad con él... Kagome estará más que feliz, podremos estar juntos muy pronto.
-Gracias, Kohaku.
-Te prometo que mi papá dará su mejor esfuerzo. –Me sonrió. –Pero, Rin... Sobre lo que dijiste... No sé qué pasó con exactitud, pero estoy seguro de que no fue tu culpa y si por alguna descabellada razón lo fuera, se ve que Souta es un buen niño, sé cuánto lo amas y estoy seguro de que no te odia.
-No hablemos de eso, ¿de acuerdo? No quiero arruinar la esperanza que acabas de darme. Y... perdón por lo que dije al principio, me tomaste por sorpresa. Lo siento.
-Descuida, fue mi culpa. Entonces... ¿Te gustaría hablar de otra cosa?
-¿De qué quieres hablar?
-Eso depende, ¿te sentirías mejor si me cuentas lo de Sesshomaru?
-No lo sé, mi plan era que fuera un secreto entre mi hermano y yo, pero ahora lo sabes.
-Perdón, de verdad.
-¿Me prometes que no le dirás a nadie?
-Lo juro. –Colocó su mano derecha en su corazón y me mostró la palma de su mano izquierda.
Di un largo suspiro, miré a mi hermano y luego la expresión seria de Kohaku, era mi amigo, podía confiar en él.
-Mi hermana se casó hace unos meses e insistí para que fuera de luna de miel con su esposo, él se llama InuYasha. Como ambos no querían que me quedara sola, le pidieron al hermano mayor de InuYasha que se quedara en mi casa hasta que regresaran. Al principio no nos llevábamos bien, incluso lo detestaba porque creí que era un grosero, terrible, abusivo, presumido, prepotente y un grandísimo idiota. Pero pasando los días me di cuenta de que era dulce y atento, todo un caballero e inclusive tierno; me enamoré de él. –Kohaku carraspeó y se ajustó el cuello de su camisa. –Es muy tonto de mi parte, ¿cierto? Pero supongo que, como Kagura dijo, era obvio que cualquier chica se enamorara de alguien como Sesshomaru, pero lo que realmente me sorprendió fue que él me dijera que yo le gustara.
-¿Qué?
-Lo sé, suena ridículo. Podría jurar que él es perfecto, es inteligente, serio, profesional, talentoso, capaz y apuesto, es joven y ha vivido tanto, se encarga de una gran compañía como la cosa más sencilla del mundo, todas las modelos de su agencia están muertas por él... Y yo solo soy yo. Yo soy una simplona e ilusa niña que creyó que merecía más de lo que es. Me atrevía a decir que era mi novio.
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Nos pertenecemos (Finalizado)
FanfictionÉl estaba lejos de mi alcance, tan lejos que daba lástima, yo era la que daba lástima. Era ridículo solo el hecho de pensar en que yo podría llegar a gustarle; era una niña, una ilusa niña. Sin embargo, también era una mujer, una mujer frágil, muy d...