13 de mayo: Nuevas personas

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Mi mirada estaba perdida, muchas cosas seguían agobiándome. Papá se había ido y solo había dejado una nota en la nevera, sabía sobre el y el divorcio de mi madre pero no pensé que sería tan... bueno tan extraño. Luego estaba lo de soledad, no sabía nada de ella y si la extrañaba, también estaba lo de Ben. La verdad me dolía mucho no poder esta vez corresponder. Ben se había marchado de mi casa después de yo decirle eso. Y la verdad no esperaba más, el tenía que asimilarlo.  Seguía trabajando en Laguna Azul, tratando de mantener mi mente ocupada pero no, parecía que todos tenían un puesto en mi mente, solo para joderla.

La campanita a mi lado me hizo salir de mi trance, una chica que por algún razón me parecía conocida la había tocado llamando mi atención.

—Hola, ¿En qué puedo ayudarte?— saludé amable. Ella me frunció el ceño y luego se me lanzó a abrazarme, yo extrañamente la sujete. Pudo haber caído.

—¡Hola, Alex!— su rostro se contrajo en uno de alegría que hasta creí que me contagió un poco —. ¿Cuánto tiempo?

—Disculpa pero, ¿Te conozco?

Ella me sonrió y asintió.

—Soy Ellie Rivas, ¿Me recuerdas?

Mi cabeza hizo clic y entonces recordé de dónde la había conocido.

—¡Hola Ellie! Disculpa es que he estado muy estresada y creo que fue eso que me hizo olvidarte— me excuse.

—Descuida, solo me hice unos cambios— señaló su cabello y no recordaba mucho de ella, pero si mi cabeza no me falla tinturó su cabello.

—Veo que te queda mejor ser pelirroja— y vaya que tenía razón.

Ella se encogió de hombros y siguió sonriéndome hasta que un chico llegó a su lado dándole un beso en su mejilla. Los ojos verdes del chico me captaron.

—Hola, disculpa— sus ojos se cerraron mientras sonreía.

—Cielo, ella es Alex de la que te hablé— Ellie le sonrió y se quedó mirándome.

—Oh, así que tú eres Alex— siguió sonriéndome y tendió la mano —. Soy Marcus, novio de Ellie.

—Soy Alexandra— le acepte la mano —. Más conocida como Alex.

—Ya veo, te agradezco por lo que hiciste por mí novia. Yo no tenía idea, no estaba en la cuidad.

—Tranquilo, ella puede contar conmigo.

Así pase la mañana, conversado con personas que jamás creí que me harían la mañana más tranquila. Ellie me dio su número y gritó llegando a la puerta que estaríamos en contacto, yo sonreí por lo alocada que era esa chica.

Tal vez a veces sea bueno conocer más personas y dejar un poco nuestras zona de confort.

*****

Capítulo simple. Estoy estresada, cansada, agobiada y con dolor de cabeza. A veces tengo ganas de dejar todo y dormir pero recuerdo que tengo mucho que hacer. Así que mis bebés cuando crean que ya no pueden recuerden que la recompensa es mejor.

No dejen que el miedo de perder sea más grande que la felicidad de ganar, eso lo vi en tik tok, así que no es mío.

Besos.

Ig: yessss2_

Mi vida entre tu pecho ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora