Para: Alex.
De: Alex.¿Sabes Alex? Ya estoy cansada, de ti de Odrwi, de todo.
Estoy cansada que te quedes dónde te hacen daño, dónde te queman. Estoy cansada de que te enamores de lo que te hace mal, estoy cansada de tus intentos fallidos, de esos intentos de olvidar a Odrwi.
Estoy cansada de que Odrwi sea quien te lastimé y tú cómo una estúpida sigas ahí, firme con su promesa viviendo de ilusiones y con esperanza de que lo deje.
30 de Julio: Mi cumpleaños.
Toda la atención estaba puesta en mi, todos querían escucharme hablar. Para celebrar mi cumpleaños Brenda y Luis me llevaron a comer, ese era su regalo. Cada uno me daría algo y luego yo escogería cuál fue el mejor. Me parecía algo estúpida pero me hacía sentir bien.
Tanto tiempo esperando el día de hoy, y ya llegó.
Llegó para decirme que la vida es un segundo y todo lo que llega a uno se va.
Todo es pasajero y nada es para siempre. Llegó el cumpleaños número 18, tanto desear este día y ya se va. Son alrededor de las 7:00 de la noche mañana será otro y este se irá con todo lo que sucederá hoy.
—El gran día— susurró Andrés abrazándome por detrás.
Le sonreí.
—Todo esto se irá, y solo quedará el recuerdo de lo que fue.
—¿Lo dices por tu enfermedad?
—Mi partida dejará muchos corazones rotos, los suyos.
Andrés acarició mi mejilla, y me sonrió.
—Te espero abajo, se que quieres estar sola.
Agradecí su gesto, el me conocía lo suficientemente como saber lo que quería sin decirle.
¿Qué pasará dentro de 5 meses?
Yo partiría de este mundo, y me reuniría con los que ya lo hicieron.Aún no quería salir de la habitación, la fiesta me esperaba pero yo no quería salir.
Escuché unos pasos cerca, y luego unas manos acariciar mi espalda.
—Hola, Alex.
—Caroline, ¿Qué haces aquí?
—No importa, lo que interesa es que salgas a tu fiesta.
—No quiero salir.
—¿Estás bien?— ella acarició mi mejilla, sus ojos se fijaron en mis labios y cuando iba a besarme me aparté.
—No puedo.
—¿Por qué?
—Me gusta, Odrwi.
Ella se detuvo, soltó una risa sarcástica y explotó:
—Odrwi, Odrwi, Odrwi. Entiende que ella no te ama, nunca lo hará en cambio yo...
—Lo siento— me aleje y me acerque al balcón dejándola atrás.
Después solo escuché como la puerta se cerró brusco.
Luego de unos minutos de duda, baje. Andrés tenía razón, era mi fiesta, y eso era lo único que interesaba ahora.
—¡Llegó la reina de la fiesta!— exclamó Luis desde la piscina, todos voltearon la mirada hacia mi.
Sonreí apenada y cuando iba a tomar mi camino, alguien se puso frente a mi.
—Hola— un chico, de ojos azules recorre mi vestimenta. Mueve su melena rubia y me sonríe coqueto—. Muy buena fiesta.
No podía negar que era atractivo, solo llevaba sus shorts, sus músculos se le marcaban, tenía un buen pecho.
—Hola, gracias.
El me sonrió y me jaló hacia el, mi cara quedó frente a su pecho. Mi corazón empezó a latir muy rápido, estaba nerviosa. El apoyo su barbilla en mi cabeza y me susurro:
—Me gustas, Alex. Desde que mi hermana Ellie te llevó a casa, pero no era valiente en decirlo. Se que le gustas a Caroline, pero solo quiero que sepas que no me pondré si la escoges a ella.
Pestañe sin poder creerlo, estaba perdida, no siquiera sabía que Ellie tenía un hermano, atractivo por cierto.
—No sé tú nombre— mi aliento choxo contra su pecho.
—Oh claro, Misael. Misael Rivas.
El jalo de mi cara, nuestros rostros estaban muy cerca. Me sentía embobada por sus hermosos ojos.
Luego alguien rompió mi burbuja, Andrés me había empujado a la piscina.
—¡Idiota!
—¡No puedo creer que nuestra pequeña Alex, estuviera ligando!— reconocí la voz enseguida, lisa estaba a mi lado, en la piscina con Andrés—. Feliz día, hermosa.
No sé cuento bebí, no sé cuánta marihuana consumí, solo en sentía bien.
Estaba bien, mis amigos estaban conmigo y yo era feliz era lo único que me importaba. Todos estábamos dentro de la piscina, Misael a mi lado empezó a besar mi cuello, sus labios acariciaban este y enviaba corriente por mi cuerpo.
Sus ojos azules atraparon los míos, y me besó, sus labios se movían sobre los míos. Me sentía bien. No me hacía falta nada. Hasta que abrí mis ojos y entre tanta gente la vi, estaba parada y sus ojos se llenaron de lágrimas y salió corriendo. Detuve el beso y salí de la piscina, solo escuchaba gritos detrás, pero no me detuve.
—¡Odrwi!— le grite para que se detuviera.
Ella se detuvo, solo veía su espalda hasta que se dió la vuelta y llegó hasta mi.
—Dices que soy yo la que no ama.
—No es verdad.
—Estas borracha— se detuvo a verme—. No puedo creer que ahora te drogas.
—¿Sabes? Dicen que los borrachos y los niños son los únicos que dicen la verdad y ¿Sabes cuál es la verdad? Yo a ti te amo.
—Debo irme, aquí esta tu regalo— se despidió.
Este ya era su último adiós.
***
No sé dejen envolver por nada, ni por las risas pasajeras ni por las falsas ilusiones.
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Mi vida entre tu pecho ©
Romance[TERMINADA Y EDITANDO] Cuando Alex estuvo a punto de morir, la tarde lluviosa; de sus favoritos. La tarde en qué había tomado la decisión de partir, de la nada apareció ella, aquella chica despreocupada, con aires libres y con amor para brindar. Lle...