4 de abril: Mi madre y yo

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Mis pies descalzos caminaban sobre el frío piso del pasillo, mi mente estaba en otro lugar o en alguien más hasta que escuché unos hipidos. Me detuve enfrente de la puerta de mis padres y la abrí con cuidado asomando mi cabeza. Mamá lloraba mirando la foto de mi padre, yo me quedé perpleja y entre por completo. Sus ojos me observaron llenos de lágrimas y antes de decir una palabra yo me acerque a ella y la abrace, su cuerpo se estremecía mientras soltaba gemidos y resoplaba su nariz. Mi corazón latía igual de rápido que el de ella y cuando interrumpí el abrazo tome su rostro entre mis manos. Mi madre era tan parecida a mi, sus rastros muy idénticos a los míos. Podía sentir su dolor quería decirle algo pero no me salía nada, ella me miró y llorando explotó:

—Dijo que cambiaría, me lo juró- limpié sus mejillas—. El...yo creí... Alex, pensé que esta vez si iba cambiar que él iba a ser diferente....— su llanto me rompió el corazón, ver a mi madre destruida fue horrible—. Yo...me volví a equivocar en perdonarlo, su asistente...no duró ni dos semanas y ya salian...

Yo me límite a volverla a abrazar, no era quién para juzgarla por perdonarlo, pero podía apoyarla a superarlo.

El resto de la noche la pasé con ella mientras veíamos algunas películas, mamá se la paso hasta en los momentos alegres dónde los protagonistas se declaraban su amor, ahí también lloraba. Me hizo algo de gracia cuando me señaló la pantalla con sus ojos aguados diciendo que ya no creía en eso. Mi madre se durmió en la octava película, eran las 4:56 a.m., mis ojos me ardían, pase una sábanas sobre su cuerpo y apague la televisión le di un beso en su frente y salí a mi habitación frotándome un ojo.

Por primera vez, pase una noche sin discutir con ella.

5 de abril:

Mis manos apoyadas sobre la barra en el bar, no se cuánto tiempo llevaba esperando a Andrés, pero ya había perdido la cuenta. Habíamos quedado en salir los tres; Lisa, Andrés y yo.

Necesitaba despejar la mente y cuando hablo de despejar hablo de Ben.

Lisa llega dándome un beso en la mejilla y agarrando mi muñeca para arrastrarme a la salida, pero mi cuerpo reacciona en sorpresa al encontrar a Odrwi con dos botellas, una en cada mano, Andrés aparece extrañado y mira sorprendido a Odrwi ella parece borracha y perdida, yo suspiro y les comento que los alcanzaré después.

Me acerco a Odrwi después de haber despedido a Andrés y Lisa.

—Hola Odrwi— me acerco a su mesa y me siento a su lado, ella reacciona al instante y me da un abrazo muy efusivo.

—¡Alexxxx!— grita dramáticamente en mi oído.

Yo le sonrió y me separo.

—¿No te apetece ir a casa?

—No.

Mi ceño se frunce, sus ojos mieles siguen puestos en la botella, yo miro está y la tomo y me la acerco a mis labios, luego ella me la arrebata y dice algo que me sorprende demasiado:

—Tal vez yo me perdí en los placeres de la vida, pero eso no quiere decir que quiero que tú también te pierdas, Alex.

****

Hola, que bonita mi Odrwi.
Creo que estoy acostumbrada a escribir sobre tristeza y eso, escribiré algo más alegre para la próxima. Prometido....

Mi vida entre tu pecho ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora