Una semana después.
—¿Que ha pasado con tus amigos?
—Los he alejado a todos. Incluso a Andrés.
—¿Por qué no quieres verlos?—no dije nada, me acomode en el sillón y levanté el mentón para ver con claridad a el doctor Marc burgués; a decir verdad creí que era un poco más adulto pero de edad, no somos tan diferentes. Solo nos llevamos seis años.
—Me recuerdan a ella.
—¿Y tú?
Pestañe un poco analizando su pregunta, no entendía a que se refería.
—¿Y yo?— repetí.
—¿Y tú?, ¿Tú, te recuerda a ella, Alex?
—No...no entiendo.
El sonrió un poco.
—Dejame formularla bien, Alex— me dijo—. ¿Tu persona no te recuerda a ella?
—Mi persona— repetí —. Nunca había pensado en eso, todos parecían recordarme ella... pero en realidad lo que más debería recordarme a Odrwi era yo.
—Así es— concordó el doctor —. Tal vez poco a poco la vas olvidando.
—No, tal vez sea un psicoanálisis suyo.
No dijo nada, solo lo escuché reír levemente mientras anotaba en su libreta. Era relajante venir aquí y más porque era la persona perfecta a la cual podía confiarle todo, el no me conocía. Tal vez no necesitaba conocerme ni yo a él para confiarle todo, porque así me aseguraría que no huiria de mi.
—Mmm, tal vez es más extraño burlarse de lo extraño.
—¿A qué quieres llegar con eso, Alex?
—¿Que no cree usted que es igual de raro aquel que se burla de lo extraño, de lo desconocido?
El se lo pensó por un momento.
—Yo lo llamaría ignorante.
Mm, tal vez. Pero no era solo eso. Iba más allá de la ignorancia y lo desconocido.
—¿Sabe algo? Tal vez ni sean raras ni ignorantes, tal vez son tan comunes que no soportan que no sean iguales a ellos.
****
He decidió alargar un poco la historia, aún hay temas importantes por hablar y aún a Alex le falta mucho por soltar. Me gustaría que se liberara más acerca de todo el dolor que ha vivido y la perdida de Odrwi todavía sigue. Siento que se lo merecen.
ESTÁS LEYENDO
Mi vida entre tu pecho ©
Romansa[TERMINADA Y EDITANDO] Cuando Alex estuvo a punto de morir, la tarde lluviosa; de sus favoritos. La tarde en qué había tomado la decisión de partir, de la nada apareció ella, aquella chica despreocupada, con aires libres y con amor para brindar. Lle...