¿Sabías que nos hacemos adictos a las personas?No solo a esas sustancias psicoactivas, sino a eso que ocupa el mayor de nuestros tiempos. Las personas son unas de esas, muchos temen abrirse a la persona que quieren, tal vez por temer a ser heridos. La vida está en arriesgar, no tengas miedo en hacerte adicto alguien, porque así como te hiciste adicto, esa misma persona puede hacer que lo dejes de ser.
¿A qué más nos hacemos adictos?
Todo aquello que está con nosotros, yo me hice adicta a una persona quizás en poco tiempo, pero, supe que estaba adicta a el cuando en su ausencia mi corazón lo anhela.
Adicta a los momento, a esos que solo se viven una vez y simplemente queda el recuerdo.
Adicta a el té por la mañana, y también por las tardes.
Adicta a la lluvia, a esas tardes lluviosas que me dan inspiración.
Adicta a el.
La despedida toco mi puerta luego de eso se quedó acompañarme, para hacerme entender que él se había ido, y que no era ninguna pesadilla lo que vivía era que la realidad golpeaba.
Sin duda pensé en el cada momento que pasaba, solo me quedaba a mirar cómo lentamente se acababa el día, mi madre entraba a la misma hora a darme sermones por no alimentarme bien, su charla de madre preocupada duraba unos 20 minutos, luego se iba y me dejaba de nuevo sola.
Está era la parte donde la soledad hacia de las suyas pero tampoco está, y no sé si es mi castigo, pero siento los días más largos. Con Ben, se complicó la situación, ahora nos comunicamos menos, siempre está ocupado con su estudio y yo de nuevo me sentí sola. Luego de dos semanas mis madres partieron a Madrid en una conferencia, y yo estaba sola completamente sola.
Había comprendido que estar sola no era malo, pero sí que pesaba. Tomé tiempo para pensar en que era eso que tanto quería, pero no encontraba nada.
12 de Marzo:
12 de marzo, de nuevo volví a ver el calendario, 11 días sin verlo. Y de nuevo las ganas de llorar llegaron, Ben ya no respondía mis mensajes, y todo parecía estar contra mí, la casa se sentía más sola cada vez más, ya no quería seguir con mi rutina, ya no quería seguir opacando todo.
Esa tarde de 12 de marzo decidí salir, cuando caminaba una ráfaga de lluvia azotó las calles y junto con ellas mi cuerpo, todo parecía estar más solo, las calles parecían pequeños ríos, la lluvia se volvía más intensa, más fuerte y parecía que estuviera contra mí.
Atravesé el bar, mi cuerpo estaba empapado y la temperatura bajaba más y más.
—¿Alex?— una voz masculina se escucho, pero mi cuerpo parecía estar demasiado pesado —. ¿Alex? —Pero ahora todo parecía más y más lejano y solo sentí como mi cuerpo golpeó contra el duro suelo.
***
Ig: yesssss2.Xoxo.
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Mi vida entre tu pecho ©
Romance[TERMINADA Y EDITANDO] Cuando Alex estuvo a punto de morir, la tarde lluviosa; de sus favoritos. La tarde en qué había tomado la decisión de partir, de la nada apareció ella, aquella chica despreocupada, con aires libres y con amor para brindar. Lle...