25 de marzo: Parte 2.

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¿Será que nos enamoramos sin estarlo?

En ocasiones nos enamoramos sin estarlo, ilusionamos a personas que probablemente terminen lastimados, vivimos destrozando corazones, a personas que lo único que hacen es entregarse por completo y muchas veces terminan destrozados por culpa de personas que viven conquistando corazones, muchos corazones.
¿Será que les da miedo a vivir en la soledad O se enamoran de los corazones? Corazones que pasan toda su vida esperando amar, amor que nunca va a llegar. ¿Existirá el verdadero amor o solo es un cuento de hadas?

—¡No reacciona!

—¡Anímala de nuevo!

—¡No puedo joder!

A lo lejos escucho gritos desesperados,  mi cabeza parece doler y reacciono tosiendo agua.

—¡Por Dios!, ¡Estás viva!— alguien me abraza por detrás y me ayuda a levantarme.

—¿Ah?— miró sobre mis hombros y una cabellera anaranjada me Cega —. ¿Quién eres?

—¡Por Dios, tía! Casi mueres— la chica me brinda una sonrisa.

Yo mientras frunzo el celo, sus ojos mieles me ven alegres y su piel muy clara parece resaltar.

—¿Tía?— reacciono de pronto, parece española.

—Vaya, olvidé presentarme— ella me estira su mano, puedo verla tiene una serpiente tatuada en uno de sus dedos, los demás parecen estar llenos de anillos, la tomo sin dejar de mirarla —. Soy Odrwi.

Luego la miré, sus ojos seguían alegres parecía que tuviera mucha alegría por brindar, no deje de mirarla seguro porque ella fue quién me saco de mi estúpida muerte.

—Alex— susurré.

—Odrwi, hay que irnos.

Una nueva voz captó mi atención, al lado de la chica había un chico, el parecía estar desconcertado y un poco incómodo por la situación.

—Verdad— Odrwi, me sonrió y luego se marchó con aquel chico.

Yo en cambio quedé en medio de las mojadas calles, con mi ropa empapada y con un sentimiento encontrado. ¿Quién era ella?



26 de marzo: voces que dicen lo que sienten.

—¿Por qué no me amas?— pregunto una voz.

—¿Estás seguro de que no lo hago?— le respondió la otra.



Tal vez no era mi momento para morir, tal vez me precipite en buscarlo y en vez de dedicarme a esperarlo, porque yo sabía cuándo iba a pasar.

Tal vez fue la alegría de esa chica quien me impulso a luchar por más, pero, y si a mí vida no llega un donador espero morir y encontrarme con Dios.

Pensaré en que debo vivir y dejar de dedicarme a pensar en cómo morir. Tal vez fueron sus ojos mieles quien le devolvió alegría a esta alma tan fría.

Parece inspirarme aquella cabellera anaranjada, o simplemente es el agradecimiento quien habla en estás páginas.

Tal vez no lea esto que escribo ahora, pero se que cuando la queme las cenizas buscarán su aroma, para darle a entender que una chica llamada Alex piensa en cómo pagarle por sacarla de aquél frío infierno quién dejaría todo por quedarse.

Y este fue mi poema de agradecimiento, con un poco de confesión pero con miedo a que pueda leerlo.

•••

Ig: yessss2

Mi vida entre tu pecho ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora