9 de abril: ¿Que te enseña la vida?

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Buenas, ¿Adivinen quien volvió? Estaré actualizando, me distraje un poco pero, ya volví.

Mataron 1/3
Disfruten, lo haré yo igual.

Me encontraba limpiando las mesas, Andrés y Lisa servían en algunas mesas llenas. Yo tarareaba las canciones de Hasley.

—¿Alex?— me detuve en seco al escucharla, deje la toalla y levanté mi vista.

—Odrwi.

Ella me sonrió, y me brindó un abrazo efusivo sobre la mesa.

—¿Desde cuándo no te veía?— seguía apretándome.

—Me dejaras... sin oxígeno.

—Oh vaya, disculpa— me sonrió apenada y se sentó en la mesa, cruzó sus manos por encima de esta —. Vine por un café, pero mejor te rapto.

Yo fruncí mi ceño, y ella jalo de mi para sentarme.

—¿Ah?

—Vine a robarte— susurro, pero nadie podía escucharnos aunque gritara.

—Es mi primer día de trabajo, no puedo irme.

—¿Trabajo?, Pero si pareces millonaria— ella ladeó su cabeza.

Superé agotada y me quite el delantal, Odrwi tomo mi mano y salimos de Laguna Azul.

No supe exactamente cuánto caminamos, hasta que llegamos a unas calles que no alcance a conocer, ella me jaló entre la gente y yo torpemente me disculpaba. Hasta que llegamos a un puente, miré hacía bajo y veía como los autos pasaban.

—¿Lindo no?— Odrwi se apoyó a mi lado y yo me encogí de hombros a respuesta.

—Hermoso.

—De noche se ve más lindo.

Yo me quedé mirando a todos, sentía paz, seguramente esa que me faltaba.

—¿Qué te enseña la vida?— Odrwi indagó y yo la miré enseguida.

Ella seguía mirando la ciudad, la verdad no sabía que me había enseñado. Me quedé viendo la ciudad igual que ella.

—No creo que me haya enseñado algo—luego de unos segundos hablé —. ¿A ti te ha enseñado algo?

Ella me miró y se lo pensó.

—La vida te enseñará muchas cosas, Alex. Tú decides cuáles aprender.

Su respuesta me hizo sorprender, hablar con Odrwi era hablar con una persona vieja y muy sabia.

—Eres muy sabia para tu edad.

—Los sabios no siempre deben ser viejos— respondió —. Muchas veces son personas jóvenes con experiencia.

Ella parecía dolida, recordé la conversación que tuvimos en la azotea, ella hablaba de su madre con mucho dolor.

No conocía mucho de Odrwi, ni siquiera sabía dónde vivía, era como una desconocida pero a la vez una persona de confianza. No me entendía.

—No se nada sobre ti— me animé hablar, sus ojos me mieles me analizaron y me vio tan inexpresiva que me sorprendí —. Yo...

—No necesitas saber nada— y con eso supe que lo había cagado.

Nos quedamos en silencio, no tenía muchas ganas de hablar, me sentía mal por ella.

Y así pasaron unos diez minutos cuando ella en murmuras dijo que era hora de irnos, no entendía bien pero me sentía mal por ella. Había vuelto a Laguna Azul, luego de dos hora.




***

Bueno bueno, eso fue todo por hoy. Esperen hasta mañana.

Bai besitos.

Mi vida entre tu pecho ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora