Prólogo

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Los vívidos recuerdos de quién era yo comenzaron a acumularse en mi mente como una gran avalancha. Me aferré con fuerza a la silla y miré hacia arriba, permitiendo que mi cabeza cayera hacia atrás. Sentí un mareo intenso, pero logré mantenerme consciente.

Entre todos esos recuerdos, vi imágenes de muchos años atrás, imágenes que no sabía que existían.

*Flashback*

—Bill... —escuché la voz de Thommy a mi lado. Estaba tirado en el suelo, sintiendo un terrible dolor en el abdomen. Su voz estaba quebrada y las lágrimas le corrían por las mejillas—. Por favor... no me dejes así...

Estábamos en un aula de clase, rodeados por más personas, mientras él solo se limitaba a apretar mi mano con fuerza. La sangre se pegaba en nuestros dedos.

No era capaz de articular palabra alguna. Luego, algo golpeó con fuerza la puerta que daba al aula de clases. Los chicos presentes se pusieron alertas y temieron por sus vidas al escuchar un gruñido desgarrador.

—Prometo que estarás bien... pero por favor, aguanta... hazlo por mí —decía él. Todo se nublaba a mi alrededor. Asentí.

*Fin del flashback*

Volví a la realidad después de hurgar entre mis recuerdos y, entonces, entendí todo. Thommy me había salvado una vez y ahora yo debía devolverle el favor.

Los recuerdos continuaban llegando, más nítidos y abrumadores. Cada imagen, cada sensación, se sentía tan real como el presente. La conexión con Thommy se hizo más fuerte, recordando todos los momentos que compartimos y la promesa implícita que había hecho. Sabía que no podía fallarle; le debía mi vida.

El mundo a mi alrededor se volvió a enfocar y sentí una nueva determinación. No solo tenía que salvar a Thommy, sino también redimirme por todos aquellos momentos en los que no había estado presente. La misión era clara y mi propósito renovado.

Apocalipsis Z El Inicio - Romance GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora