Apocalipsis Z El Inicio - Romance Gay

Capítulo 30: Contagio.

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Me encontraba en una especie de estado de shock, todo lo que había a mi alrededor lo podía ver en cámara lenta a la vez que los sonidos que provenían de todas partes de las personas hablando bastante asustadas, se podían oír a lo lejos como en el fondo de una gran cueva. Iba caminando al lado de Allie, quien me llevaba agarrado del antebrazo mientras yo me sujetaba el hombro debido al fuerte dolor que sentía. Aún estaba sangrando gracias al gran mordisco que esa cosa me había pegado.

Llegamos a la enfermería e ingresamos en su interior. Allie cerró la puerta tras de sí antes de haberle dicho a dos hombres que nos venían acompañando que hasta ahí solo podían estar. Ambos tipos se quedarían ahí vigilando todo lo que fuera a suceder y en caso de que yo terminase convertido en una de esas cosas, ingresarían para acabar con mí no vida.

Me senté en la camilla y me quité la camisa azul para que Allie pudiera detallar la herida.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó con curiosidad, detalló la mordida y luego se me quedó viendo por un instante para esperar mi respuesta. Levanté la mirada con los ojos cristalizados y la observé también. Sus profundos ojos verdes, el tono de su piel que era bastante claro y el color rubio de su cabello me hizo perderme por un instante. —¿Sientes algún síntoma?

—No... solo me está doliendo. —le respondí, ella solo asintió, se dio media vuelta y se acercó a una estantería que había al otro lado del cuarto. Seguidamente sacó un pequeño frasco de antiséptico y se volvió hacia mí mientras giraba la pequeña tapa blanca para poderlo abrir.

—Lo que te acaba de atacar fue una persona infectada por la variante del virus Menenge que convierte a las personas en Ors. —me explicó con brevedad. —Respira profundo.

No me dio tiempo para poder absorber todo el aire posible, porque cuando menos lo pensé, tiró sobre la mordida una gran cantidad de alcohol para poder limpiar y evitar una posible infección. Pegué un pequeño alarido de dolor y sentí el frío del líquido correr por todo el lado derecho de mi cuerpo. Unos segundos más tarde, se sentía como si me hubieran quemado con algo, pero era normal, el antiséptico estaba esterilizando toda la zona.

—¿Cómo sabes que eso era un Or? —pregunté con curiosidad, mi respiración ya se estaba estabilizando. —Tú misma me dijiste que si me mordían otra vez... me podría convertir en una de esas cosas.

—Así es... pero quién te mordió no fue mordido antes por un Or. —me volvió a decir, creo que más o menos le estaba entendiendo lo que quería decirme. —Ese hombre fue infectado a propósito.

—¿Qué quieres decir? ¿Qué hay un intruso en la prisión? —pregunté, Allie se volvió hacia un botiquín y saco aguja e hilo para comenzar a suturar la herida.

—Así es... —me confirmó. —¿Recuerdas que te mencioné sobre la Nación que Josh tiene en su poder?

—Sí... donde están mis amigos. —le comenté.

—Esto debe de ser un ataque por parte de ellos. —me dijo, limpió con una gasa la herida para quitar la sangre y luego con la pequeña aguja comenzó a coser la herida como si el pellejo de un pollo se tratara.

—Pero, me habías dicho que ese tipo no sabía dónde estábamos ubicados.

—Creo que ahora lo sabe. —fue lo único que me dijo. —Quédate quieto, necesito terminar esto y evaluar si presentas algún síntoma en los próximos sesenta minutos.

—¿Es él tiempo que se tarda en ser una de esas cosas? —pregunté.

—Cuando te infectas con el virus Menenge, el tiempo se incubación de la enfermedad puede variar dependiendo el tipo de sangre de cada persona... pero cuando se trata de otras variantes como la de los Ors, el tiempo es el mismo.