Capítulo 7: Llantos.

1.2K 194 31
                                    

**Hola muy buenas a todos mis queridos lectores, sé que son pocos pero estoy muy agradecido con ustedes porque hasta Apocalipsis Z sigue abriéndose paso muy rápido por todas partes... antes de comenzar, quisiera dedicarle este capítulo a @jessicaortega1223, quien en el día de hoy está cumpliendo años :D, muchas felicitaciones y que sigas cumpliendo muchos más... aquellos que quieran que les dedique un capítulo me lo pueden hacer saber y yo con gusto lo haré**

Luego de haberme encerrado en el interior de la habitación tirando la puerta de un solo portazo, retrocedí sin mirar hacia atrás cayendo de espaldas sobre una cama fría y desorganizada. Observé la entrada mientras los golpes de la chica no cesaban del otro lado al igual que sus ahogados gruñidos. Miré a mí alrededor buscando con la mirada alguna otra salida, pero para mí mala suerte la habitación tenía una ventana con una reja por fuera que me impedía el poder abrir la ventana.

Me levanté de la cama a duras penas, todavía seguía bastante aturdido por la caída, sentía como todo mí alrededor daba vueltas al son de un fuerte dolor de cabeza. Pasé una mano por detrás de mí corta caballera y sentí un líquido pegajoso y caliente, era sangre. Seguidamente me quité la chaqueta y la camiseta blanca para palpar con cuidado mis costillas usando las yemas de los dedos. Lentamente un enorme hematoma se estaba formando con colores rojos, morados y azules.

Al final de ese examen, me di cuenta de que tenía dos costillas rotas y, para mi buena suerte ambas se habían quedado en su lugar dejando así mi corazón tranquilo sabiendo que no me habían perforado un pulmón... de haber sido así, el tiempo que podría quedarme con vida sería muy poco. El tobillo no estaba roto y aun así podía sentir un leve dolor cuando apoyaba la planta del pie sobre el suelo.

Con la poca luz que ingresaba por la ventana pude percatarme de que aquella habitación perteneció alguna vez a la descabellada chica que golpeaba la puerta con fuerza en un vano intento de poder ingresar. Sobre una mesita de noche reposaban todo tipo de medicamentos usados, como jeringuillas y gasas sucias además de muchos antibióticos. En el suelo y por fuera de un recipiente cerca a la cama había mucha sangre seca y trozos de comida. La chica había vomitado hasta el estómago. Observé con asco, pero luego agarré un botiquín que estaba tirado junto a la mesita de noche y lo abrí. En su interior todavía quedaban algunas cosas que podían servirme como gasas y antiséptico, pero nada que pudiera ayudarme con el dolor punzante que me agobiaba cuando intentaba girar el torso. Debía moverme como un robot.

Con cuidado, volví a ponerme la camiseta y la chaqueta. Agarré con fuerza el martillo y me quedé observando la puerta... estaba sedienta de sangre, podía oírla al otro lado intentando entrar para obtener mi carne, pero no se la iba a poner tan fácil. La única alternativa que tenía en mis manos para poder escapar era enfrentarme a ella y debía hacerlo ahora mismo, esperar solo agravaría mis problemas mentales y mi cordura.

Antes de poder poner en marcha mi plan, vi de reojo una enorme foto sobre una pared..., volteé a mirarla y me di cuenta de que era la misma Angie, sentada sobre un largo césped sonriendo hacia la cámara mientras frente a ella permanecía una niña de cabello corto que, al igual que su madre, no dejaba de sonreír. Ambas estaban felices, pero ¿qué habrá pasado con la niña?, hasta el momento no me había topado con ella por ninguna parte.

—Lo siento mucho... —fue lo único que dije, no quería hacerlo, pero tenía... al menos terminar con su dolor y no solo el de su mandíbula colgando; sino acabar con toda su pesadilla.

Me acerqué a la puerta, agarré el pomo de nuevo y pude sentir las vibraciones que eran producto de la chica. Respiré profundamente y me detuve un momento en cuanto sentí las punzadas de nuevo... esto iba a doler. Cerré los ojos un momento y pensé en muchos bellos momentos que había vivido con Thommy, esto me hizo sentir mejor y las ganas de vivir volvieron a mi cuerpo de forma inmediata... solo debía sobrevivir y nunca más meterme en problemas de este tipo.

Apocalipsis Z El Inicio - Romance GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora