Capítulo 73: Memorias del pasado.

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Narra Billy.

—Imagino que las cosas no pueden estar peor. — escuché a William decir en la celda contigua a la mía.

Estaba recostado en la dura cama viendo maltratado techo.

—Calmate William, por ahora tenemos que pensar como escapar. — le dijo Rachel. No sabía muy bien su ubicación, pero su voz había sonado algo retirada, tal vez estaba a un par de celdas más atrás. —¿Sabes dónde estamos?

—Es el pabellón C, estamos aislados en el pabellón donde Gary enviaba a gente problemática. — respondí.

Todos estabamos encerrados, Rachel, William, Luna junto con otra chica y yo. No había forma de escapar.

—Hasta aquí hemos llegado. A nosotras nos van a fusilar y a ti te van a escurrir toda la sangre para crear más gente resistente a la enfermedad. — agregó Luna quien se encontraba frente a mi celda. Agarró dos barrotes con sus manos y los sacudió con fuerza. Estos apenas si se movían un poco de lo deteriorado que estaba todo.

—¿Y nosotros que? — preguntó Rachel de forma puntual.

—Barbas los ve como una amenaza, prefiere evitarse problemas. — respondió Luna. Respiró profundo y se echó para atrás para sentarse junto a la otra chica que estaba sentada en el borde de la cama con la cabeza gacha. Pude sentir su miedo a todo esto, parecía no conocer muy bien los problemas con los caminantes.

—¿Cómo se llama? — quise preguntar. Me volteó a mirar.

—Es Mary... la convencí de venir.— me respondió. Observó de reojo para detallar a la chica quien seguía en una especie de trance. Suspiró. —Pero parece que ya no podremos ir a ningún lado.

—No te preocupes, Gary hará algo al respecto. Lo conozco y sé que no dejara que esa gente haga lo que quiera con este refugio. — le comenté. Vi algo de brillo en sus ojos y una tenue luz de esperanza.

—Espero que sea antes de que llegue el otro grupo... la última vez que se comunicaron se encontraban ya en Colombia. — me respondió. Se echó para atrás y se sentó junto a Mary.

—Gracias. — le agradecí. Sentí un vacío y emoción recorrer todo mi cuerpo debido a esa noticia. Thommy estaba más cerca de lo que creía y eso me alegraba bastante. No demoraría en llegar.

Narra Thommy.

De vuelta a la carretera muchas imágenes y lugares se comenzaron a hacer muy conocidos para mí. Si no estaba mal, faltaban más o menos unos 500 kilómetros para llevar a Manizales y de solo pensarlo la piel se me ponía como de gallina.

Me pude percatar que Tonny estaba sentado casi en la entrada del furgón recogiendo sus rodillas y con la mirada perdida en el frente. La poca luz que ingresaba al lugar me enseñaba todo eso y no me gustaba. Me arrastré hasta él y me senté a su lado, no se inmutó en lo absoluto así que le di un pequeño empujón con las piernas.

—Tonny... ¿qué tienes?

—Pronto volverás a ver a Bill... y yo quedaré en el olvido. — me respondió. Sentí que algo atravesó mi corazón en ese momento y no pude evitar sentirme mal.

—No digas eso.

—Thommy... ¿fui un segundo platillo en tu mesa? — me preguntó y está vez me dirigió la mirada. Podía notar su rostro vacío y dolido. No supe que responder en ese instante.— ¿Solo estuviste conmigo mientras llegábamos hasta aquí?

—No digas eso... Sabes muy bien que una parte de mi corazón es para ti. — le respondí. Nico, Ámbar y Mariana nos voltearon a mirar y luego se hicieron los de oídos sordos.

Apocalipsis Z El Inicio - Romance GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora