Capítulo 25: Poder.

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29 de Mayo del 2018 — Inglaterra, nueva sede de la ONU.


 Señor presidente... una joven señorita se posó cerca del marco de  la puerta con unas cuantas carpetas a la altura de su pecho y segundos más tarde al no obtener respuesta alguna del mandatario, dio unos cuantos golpecitos en la pared. —El Jefe de seguridad necesita de su presencia ahora mismo... dice que es muy importante. 

Richard Alpert no era más que otro simple mortal en un mundo lleno de muertos vivientes; toda su vida se la había estado luchando y sudando para poder obtener un cargo tan importante como el que ahora tenía, pero de cierto modo se sentía un poco mal por haberlo logrado luego de que el mundo colapsó. No era lo mismo Gobernar en el mundo nuevo, se tenía más responsabilidades y por supuesto las miradas de las personas recaían en todo su cuerpo cada vez que tenía que dar un nuevo aviso... no era lo que esperaba, pero estaba más que satisfecho. Tenía el poder, mucho poder. 

Apenas si ya estaba rayando los cuarenta años y algo de canas sobresalían entre su corto cabello obscuro como pequeñas telarañas y de resto, conservaba el cuerpo de un hombre de unos veintitantos años... así que mucha gente se confundía y lo hacían llamar "Richard, el hombre más  joven que ha tomado el poder para todo Reino Unido", pero la realidad era otra, tampoco es que le gustase revelar su verdadera edad ya que esto lo consideraba de  menor importancia. Como dicen por ahí, más vale viejo con ideas nuevas, que joven con viejas ideas. 

Se dio media vuelta dado a que cuando su Secretaria que quedó parada en el umbral de su despacho, le informó sobre lo sucedido. La chica de nombre Mary, estaba todavía parada allí, con una moña en su cabello rubio y un fuerte labial de color rojo que para él era un poco exagerado —otra cualquiera...—pensó para sus adentros y acto seguido le dedicó una pequeña sonrisa. 

— Gracias, Mary... dile que en cinco minutos estaré con él. —le respondió él al tiempo que se acercaba a su escritorio y tomaba asiento en su gran sillón. La chica solo asintió, se dio media vuelta y luego desapareció de nuevo en las entrañas del edificio. 

Cuando la infección por lo que en un principio se creyó que era meningitis viral se comenzó a expandir por todos los rincones del planeta, Reino Unido se unió para de inmediato cerrar todas sus fronteras marítimas y áreas. Luego se militarizó todo el perímetro de la isla y todo aquel que llegase por mar era ejecutado al instante... no importaba si no habían infectados, para Reino Unido su gran prioridad eran sus habitantes. "Gracias" a esto, no se obtuvieron reportes por infección de MD3 en toda la isla ya que además de encerrarse en una pequeña burbuja, comenzaron a hacer una gran campaña de prevención contra la enfermedad. Ahora la isla tenía otro nombre y se le denominaba actualmente como "Neonu", que para entenderse mejor era como decir "Nueva ONU" ó "Nueva Organización de las Naciones Unidas". Seis meses más tarde, se comenzaba a recibir gente que llegaba desde distintos puntos del planeta, pero para ello todo aquel que no fuera un ciudadano del "Nuevo Orden Mundial, era sometido a un gran número de exámenes de sangre permaneciendo encerrado en un gran portaviones militar. La cuarentena constaba de cuarenta días en el que por cada día se le extraían tres muestras de sangre, de orina y de heces fecales; todo esto con el fin de estar seguros de que no había infección, rastro del virus o un posible portador que podría contagiar... también para evitar personas infectadas que podrían no presentar síntomas durante mucho rato y luego simplemente morir. 

La cuarentena también era aplicada en el resto de la isla debido a que cuando una persona moría esta podría volver a la vida así como si nada como un no-muerto; por eso cuando el mundo se estaba cayendo a pedazos, la Neonu implantó pequeños chips de dos milímetros en las  muñecas de cada ciudadano con el fin de llevar un monitóreo estricto de sus signos vitales. Todos los días los militares y doctores tenían trabajo por hacer, ya que entre esos sesenta y cinco millones de habitantes habían personas con enfermedades terminales, cáncer, VIH, Sida entre muchas otras que afectaban gravemente la salud de las personas. Por esto mismo, cuando en la central veían que los signos vitales de X o Y persona se comenzaba haber comprometida, de inmediato acudían hasta el lugar de residencia del ciudadano, se llevaba al Gran Hospital y allí se le ponía en cuarentena. En toda la isla a diario se recibían al menos más de mil alertas por día, por lo que los centros médicos se tuvieron que expandir y las grandes Universidades se tuvieron que tomar para ser usadas como centros de cuarentena para este tipo de personas. Al final, gracias a todos estos protocolos, la gente  mantenía tranquila y el virus ya no tenía poder en la isla. 

Apocalipsis Z El Inicio - Romance GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora