Capítulo 23: Perdido en el tiempo.

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Narra Bill.

Abrí los ojos de golpe como si me hubiera tirado un baldado de agua fría en la espalda. Estaba recostado sobre el húmedo suelo mirando hacia la izquierda con mis brazos al frente. Me sentí desorientado por unos cuantos minutos hasta que recordé lo último que pasó. El supermercado, el fuerte dolor en el pecho y mis compañeros que ahora no se veían por ningún lado.

A duras penas me levanté de allí teniendo cuidado para poder quedar sentado. Todo mi alrededor estaba casi oscuro, algo de la luz del día entraba por el frente del supermercado y se sentía un frío que me llegaba hasta lo más profundo de mis huesos. No tardé en darme cuenta de que estaba desnudo, por lo que de inmediato me abracé a mi mismo con las manos y acto seguido me puse de pie.

—¿Hola? —pregunté intentando alzar un poco la voz, estaba titirando del frío y una gota de sudor cayó desde la punta de mi nariz hasta el suelo. Di una vuelta completa sobre mi eje para ver qué más había, pero todo se veía un poco más diferente a la última vez que vi el supermercado.

La humedad se había colado por todos los rincones del establecimiento, estropeando por completo estanterías de madera, el techo y el piso que se desquebrajaba por el agua que se colaba por la parte de arriba. Miré hacia arriba y vi que algunas lámparas colgaban de sus respectivos cables. Estaban quietas, como congeladas en el tiempo.

Bajé la mirada cuando di un par de pasos, pues las plantas de mis pies sintieron algo similar a la cáscara de un huevo cuando es pisada. Crugió y entonces me agaché para observar; se trataba de un "material" un poco más duro que un huevo, de un aspecto oscuro y recubierto por una cosa viscosa transparente que brillaba con la poca luz que ingresaba al lugar. Lo solté de inmediato, había bastante de eso y en trozos más grandes.

Cerca de donde me hallaba parado, se encontraba un sobre de papel dentro de una bolsa plástica transparente. Me acerqué con cuidado, agarré la bolsita y luego extraje el sobre con cuidado. Al parecer la humedad se había colado en su interior y se sentía muy frágil. Abrí la carta con cuidado y comencé a leerla... tenía una letra preciosa y a su vez escrita con un bolígrafo de tinta azul.

"Bill... si lees esto es porque aún sigues vivo y es por eso que te dejo esta nota para que sepas que sucedió. Luego de que fuiste atacado por el caminante, entraste en una especie de estado de shock y luego sucedió algo de lo que creo que tengo un poco más de conocimiento. Cuando comenzaste a convulsionar y te detuviste, tu cuerpo comenzó a hervir en fiebre... creo que más de los cuarenta grados se podía sentir. De tu piel comenzó a salir una especie de líquido similar al sudor, pero más espeso... luego de varios días en ese estado, decidimos no moverte de donde estabas y para cuando ya pasó demasiado tiempo nos dimos cuenta de que no podíamos esperarte.

William y yo hemos decidido ir a Neira, si algun día despiertas y ves esto, dirígete hacia nosotros y aquí te vamos a recibir... si es que lo logramos. Te hemos dejado algo de comida y ropa seca en la oficina del supermercado, también una pistola con un cartucho completo... William cree que es innecesario, pero tengo fe de que volverás."

Levanté la mirada bastante confundido... estaba perdido en el tiempo, no tenía ni la menor idea de qué horas eran, de si apenas estaba amaneciendo o atardeciendo, qué fecha era, cuánto tiempo había pasado y por supuesto quería saber sobre mis compañeros. Todo parecía y sonaba a ciencia ficción o quizás un mal sueño, pero la verdad es que no sabía nada de nada.

Caminé hasta la oficina del supermercado, me acerqué a la puerta y agarré el frío pomo para ingresar. Una vez allí adentro se pudo sentir un ambiente más diferente, más templado y menos frío que la parte de adelante del establecimiento. Todo se hallaba bien organizado y sobre el suelo reposaban dos colchonetas una apartada de la otra. No dudé ni un solo momento, esto solo se trataba de William y Rachel, ambos habían estado aquí y a juzgar por como todo se veía, había sido semanas enteras... quizás más.

Apocalipsis Z El Inicio - Romance GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora