Emma:
El olor a chocolate en la mañana mientras me dirijo a la sala me hace desviarme y encaminarme a la cocina, donde encuentro a Cindy con las chicas, quienes están tratando de que se acomodó a la nueva casa.
—Emma.—Me saludan todas. Cindy abre los ojos sorprendida por el nivel de confianza y a diferencia de ellas intenta hacer una reverencia, pero Agnes la detiene sujetándole el brazo.
Le sonríe y Cindy se queda con sorpresa, mientras me acerco.
—¿Cómo amaneciste?.—Pregunta Gretel.
Fio y Elsa continúan preparando el desayuno.
—Bien... Huele delicioso.—Comento colocando los ojos en Cindy, quien se ve avergonzada.
Agnes añade.—Le estaba enseñando a Cindy que este será su nuevo mejor amigo—Señala la estufa y Cindy sonríe.—Ya hizo pastelillos.
—Los olí desde el segundo piso.—Comento.
Cindy me ofrece uno y también a las chicas que aún están conmigo en la cocina, Agnes coge más de dos y yo tres.
—¿Ya desayunaron?
Algunas responden que sí y otras que no, jalo una silla y me siento a desayunar con ellas, Agnes también, mientras Cindy no quita la sorpresa de su cara, pero al final terminamos desayunando todas juntas.
Los pastelillos se acaban y las tazas quedan vacías, conversamos y reímos, me gusta que las chicas ahora se sientan en más confianza conmigo y poco a poco Cindy deja de estar seria y se une a ellas, escucho unos pasos en la entrada y al poner los ojos en el lugar, todas las que se encuentran sentadas conmigo se levantan y le hacen una reverencia al conde, deseándole los buenos días, a lo que Bram responde con un gesto y me extiende la mano.
—Sé que debe estar entretenido pero...¿Puedo robarte por hoy?
Sonrio y también me levanto, volviéndome a las chicas y a Cindy.—Gracias.
—Hare más para la tarde.—Menciona Cindy y mantengo mi sonrisa.
—Bienvenida.—Le ofrezco ese saludo y ella me sonríe más tranquila, me giro hacia Bram tomándole la mano y ambos salimos de la cocina.
—Pasas más tiempo aquí que conmigo, empiezo a ponerme celoso.—Se queja.
—¿Te fastidia mucho?—Me rio.
—No... Me gusta tener a la Emma intacta.—Me responde y recuerdo me remueve.—A la Emma de Monte Carlo.
—Soy la misma.
—Lo sé, por eso sigo perdido por ti.—Entrelaza nuestros dedos y mis mejillas adquieren color.
Le sonrio y tomo un respiro antes de preguntar.—¿A dónde me llevaras hoy, conde?
Solo me devuelve la sonrisa y tira de mí, llevándome con él.
(***)
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Un anillo para Emma
RomanceMonte Carlo, destino paisajístico de la nobleza y el hogar de Emma. Emma Dempsey esperaba un anillo y en lugar de eso obtuvo una ruptura, ahora no sólo debe aceptar que su ex novio de hace cinco años, se encuentra al lado de una mujer mucho más jove...