19

5.2K 589 54
                                    

Emma:

Bajo los últimos escalones de la escalera y la condesa me recibe con los brazos abiertos, me rodea con ellos y me sujeta ambos brazos, retrocediendo y dándome una mirada de pies a cabezas.

—Te vez bellísima. —Pronuncia y ella no se queda atrás, porta un vestido corto hasta las rodillas, de color canela y lleva un abrigo del mismo color encima, cubriendo sus hombros.

Me hace una señal y uno de los hombres al lado de Paul, abre el abrigo para mí. Me lo pongo sin apartar los ojos de la condesa, mi vestido no es largo y es fácil caminar con él.

—Anoche llovió, fue precavido escoger los abrigos. —Me sonríe de nuevo, mis ojos buscan alrededor tratando de encontrarlo mientras me ajusto el abrigo.

—¿Bram no?

Paul se acerca a mí. —El joven Bram sufrió un imprevisto. La vera en el pueblo, futura condesa.

Asiento con la cabeza.

—Tengo algo para ti. —La condesa vuelve a tener mi atención, mi mirada baja a lo que lleva en sus manos, una tiara parecida a la que lleva ella sobre el cabello. —La primera tiara que use en mi primer desfile. ¿Me permites?

Bajo un poco la cabeza y ella lo coloca con cuidado, consiguiendo que las esquinas se incrusten en mi cabello.

Retrocede y me da una mirada tranquila, dos de las doncellas sostienen un espejo y me giro en dirección hacia él, observando lo bien que se ve la tiara con el vestido.

—Te veré ahí. —Me dice Dayanne. —La mano arriba y ..

—Saludar. —Sonrio. —Ya entendí.

Me vuelve a abrazar sin apartar la sonrisa y ella sale de la casa, Paul hace una corta reverencia y con un gesto me asegura que no necesito ponerme nerviosa. Mi mirada también se encuentra con la de la jefa de doncellas, ella les pide a las chicas que sostienen el espejo, que regresen a lo suyo, llevándoselas a la sala y el consejero solo me hace una reverencia seria antes de partir junto a Paul y la condesa.

No le doy importancia y me vuelvo hacia mis amigas, Lottie y Eloise se han mantenido en una esquina y ahora ambas me miran con una expresión extraña, sobre todo una de ellas.

—¿Qué? —Pregunto al ver el rostro de Eloise.

—Bram debería ir contigo.

Lottie resopla. —Ya lo oíste, tuvo un imprevisto, además...—Se cuelga de mi brazo. —Así nos dejaran ir juntas.

—¿Vendrán conmigo?. —Pregunto confundida. Es extraño que dejen, pero la respuesta la obtengo enseguida.

—El conde Bram lo pidió. —Comenta Lottie.

La respuesta me hace sonreír, ella vuelve a tirar de mí.

—¿Qué esperamos? Vamos...—Pide y toma del otro brazo a Eloise, llevándonos a ambas afuera de la mansión Fitzwilliam.

—No la jalonees demasiado, ese vestido es único.

Me rio y las tres subimos juntas al coche que nos llevara al desfile.






(***)





—Mira lo que encontré. —Lottie saca una botella no se dé dónde y mira detrás de ella. —¿Puedes creerlo? Tienen porta vinos.

Un anillo para EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora