Emma:
—Emma...—Jadea necesitado, mientras su boca no abandona nuestro beso, su mano va en busca de mis pechos y me aprieta elevándolos sobre la tela del vestido y cuando siento que va liberarlos, lo detengo.
—Espera. —Pido sobre su boca. Bram me mira de una corta distancia. —Espera, por favor...
—¿Por qué me detienes? Emma, te deseo.
Y siento lo mismo.
—Lo sé, solo espera un minuto... ahora no. —Logro pronunciar. —Después... Aquí no... no quiero que sea aquí.
Se me queda viendo, comprendiendo lo que pido, sin embargo, eso no lo detiene para hacer un movimiento de caderas, como si buscara mostrarme de lo que me estoy perdiendo.
Y me estoy perdiendo algo demasiado grande.
Bram me besa en los labios, más suave que antes. Dejo que mis ojos se cierren y le devuelvo el beso.
—En la más mínima oportunidad de estar solos...—Me planta un beso en la mandíbula. —Al final de la noche voy a estar dentro de ti.
Su boca sube a mis labios, dándome un beso hambriento. Jadeo y busco mi respiración, sus manos me dan caricias suaves en el muslo y desearía quedarme aquí por siempre.
Bram finalmente me suelta con cuidado. Mis pies vuelven a tocar el suelo y acomodo todo lo que puedo el vestido y mi cabello alborotado.
—Ni arreglándote de nuevo dejara de parecer que te estaba follando.
Le doy una mirada y el sonríe.
—Podemos hacer el intento. —Me ayuda y yo hago lo mismo con su traje. Tiene la a marca de mi lápiz labial en el cuello de su camisa.
Bram se gira a presionar el botón, esta vez presionando los botones de abajo, sin embargo, el ascensor sube y un par de personas entran empujando.
Retrocedo igual que él, hasta pegar mi espalda en la pared de metal, Bram se coloca a mi lado y aun puedo sentir mi corazón latiendo como hace un minuto, donde estaba empotrándome contra esta misma pared.
Trago saliva y siento su tacto deslizándose por mi brazo, lo miro y tiene una sonrisa en el rostro, sonrisa que mantiene hasta que toma mi mano.
Me sujeta y con el rubor subiendo a mi cara, yo entrelazo nuestros dedos.
(***)
Quería soltar su mano ni bien llegáramos al salón, pero Bram no me dio ni la mínima oportunidad de mover los dedos, así que nos deje así, con las manos juntas.
—¿Crees que debemos bailar al menos una pieza esta noche?. —Me pregunta mientras balance suavemente nuestras manos.
Me giro hacia el justo en la entrada del salón.
—Pensé que querías irte antes.
Bram abre los ojos, carraspea suave. —Puedo darte un baile antes de llevarte a la cama.
—Claro.. —Digo con sarcasmo, casi riendo.
Me acerca a él, pero mi cuerpo no toca el suyo porque algo más llama nuestra atención, el de todos, la jefa de mi amiga ya empezó su discurso y me alegra haber llegado a tiempo.
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Un anillo para Emma
RomanceMonte Carlo, destino paisajístico de la nobleza y el hogar de Emma. Emma Dempsey esperaba un anillo y en lugar de eso obtuvo una ruptura, ahora no sólo debe aceptar que su ex novio de hace cinco años, se encuentra al lado de una mujer mucho más jove...