25

6.5K 569 30
                                    

Emma:

Doblo cada ropa que escogí para estos dos días y las meto en la maleta, regreso a cerrar el armario y Bram ingresa a la habitación caminando directo a donde se encuentra mi maleta, la cual solo falta cerrar.

—¿Lista para irnos?

Asiento con la cabeza y cuando intento tomar la maleta, él se adelanta.

—Déjame hacer esto.

—Bram...

—Vas a despedirte de tus amigas ¿No?. —Cabecea en dirección a la puerta y mis ojos al ir hacia ese lugar captan las dos cabezas que se asoman, mientras todo el cuerpo lo cubren las paredes.

Me rio por lo graciosas que se ven, Bram me hace otro gesto y aprovechando mi descuido toma mi maleta, Se dirige hacia la puerta y yo hacía mis amigas, quienes dejan de esconderse y se acercan despidiéndose de Bram con un gesto cuando el abandona la habitación.

Suspiro al tenerlas frente a mi.—¿Están seguras que podrán estar aquí sin mí?

Ambas intercambian una mirada.

—¿Bromeas?

—¿Es una broma cierto?—Las dos hablan al mismo tiempo.

Se ríen y paso la mirada de una a la otra.

—Cuidaremos tu palacio mientras te ausentas. —Me responde Lottie.

—Lo haremos. —Asegura Eloise.

Entrecierro los ojos y las envuelvo con un abrazo que ellas mismas me devuelven, no me gusta dejarlas, menos con las personas que se encuentran rodeando la casa y las mismas que tienen un desprecio hacia mí y con ellas, pero yo también se lo fuertes que son.

Me aparto y coloco una mano en el hombro de cada una.

—¿Cuidaran a la condesa por mí?

Asienten con la cabeza y después de decirme que estoy obligada a divertirme, me vuelven a abrazar.

Salgo de la habitación después de despedirme y recorro el pasillo hasta las escaleras, mis pasos se vuelven más corto y por un instante se detienen cuando distingo al consejero venir hacia mí, sin embargo...

Pasa de largo, aunque mi mirada no la evade en su trayecto, pero prefiere pasar de largo por el pasillo y es cuando lo tengo a una distancia corta cuando noto el moretón visible en su quijada me hace entrecerrar los ojos.

—¿No vas a desearme buen viaje, Hugues? —Suelto cuando ya se ha cruzado conmigo.

Para en seco y con sorpresa se vuelve hacia mí, mantengo mi sonrisa y noto sus puños apretados cuando se va a inclinar dando una corta reverencia.

Levanta la cabeza y me mira a los ojos, trata de no ocultar el enojo, pero su desprecio por mí no es algo que pueda ocultar.

—Buen viaje, futura condesa. —Suelta con los dientes apretados y se retira.

Mantengo una sonrisa observando su espalda mientras se aleja por la dirección contraria a la que me dirijo.




(***)





—Volveremos antes de la boda, de eso te aseguro. —Le promete Bram a la condesa.

Un anillo para EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora