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Emma:

—Es el consejero. —Menciona Eloise mientras camina alrededor de mi habitación, se detiene y separa ambos brazos.

Lottie le sigue los pasos y también para, ambas se ponen de acuerdo. —Con confabulación de la jefa de doncellas.

—Chicas.

—Eso es. —Se señalan ellas mismas.

—Chicas. —Repito y ambas se vuelven hacia mí.

—¿Qué?. Sueltan al mismo tiempo.

Tomo un respiro y ellas intercambian una mirada confusa antes de acercarse a buscar respuestas.

—¿Qué pasa?. —Pregunta Lottie examinándome y me llevo las manos a la nuca.

—Esta aterrada. —Responde Eloise.

—¿Lo estás?

—Claro que lo está, mírala. —Me señala mi amiga. —Está entrando en una crisis por la fecha de la boda.

Lottie pone una mirada compasiva, ahora siente lastima por mí.

—Hay mucho que organizar y yo también estoy entrando en una crisis, falta el vestido y...

—Respiren profundo las dos. —Sugiere Lottie levantando ambas manos.

Eloise hace caso y yo me rio negando.

—Creo que primero Emma debe hablar de lo que sucedió con el conde. —Y volvemos al tema inicial.

—Apoyo eso. —Secunda Eloise y ambas me miran esperando mi respuesta.—Un problema menos para seguir con los demás . —Suspira cansada.

Separo los labios y niego, pasando la mirada de una a la otra.—No voy a hacer eso.

Vuelven a intercambiar una mirada.

—Emma. —Me regañan las dos.

—Eso es lo que quieren, no importa quién sea el responsable. —Menciono. —Quieren que me muestre débil y me queje, que quede como lo que esperan, alguien que no tolera el cargo de ser condesa, alguien con los pies pequeños en zapatos tan grande. —Tomo un respiro y continuo. —No voy a verme de ese modo ante los ojos de nadie y menos de ellos.

Guardan silencio por un segundo y dando un paso al frente, Eloise toma la palabra.

—¿Harás como si nada paso?

—Nada paso, obtuve el desfile que quería gracias Bram. —Añado recordando la noche de la fogata, para mí lo fue todo convivir con ellos. —Y el confía en mí, cree que puedo lograrlo.

Nuestra última discusión me viene a la cabeza, no quiero pelear más y menos por culpa de terceros, sé que el conde sacara a esas personas de nuestras vidas y todo sería más fácil así, no estoy segura si una condesa debe tomar ese camino, pero no quiero depender de esto y que Bram termine solucionándome los problemas como en Monte Carlo.

Las palabras de Paul y la condesa me vienen a la mente, no tengo porque bajar la cabeza ante mis detractores y mucho menos dejarles el camino fácil después de lo que hicieron.

Mantendré la cabeza en alto y seguiré demostrando de lo que estoy echa sin dar un paso atrás.

—Sigo creyendo que no está bien que le ocultes esto al conde. —Comenta Lottie.

—Una pareja no debe tener secretos. —La apoya Eloise.

Suspiro. —Si esto se sale de mis manos pediré ayuda. —Les prometo. —Pero ahora mismo el confía en mí y en que puedo con este cargo, y yo sé que puedo hacerlo.

Un anillo para EmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora